La actriz y el director italiano que están juntos hace casi veinte años, cuentan cómo es compartir la vida diaria sumada al trabajo teatral. Y repasan como comenzó su historia de amor, unidos por la misma pasión.
Texto: Sandra Commisso. Fotos: gentileza prensa.
Ella es una de las actrices más sólidas de la escena local, y alcanza con recordar la madre que Miriam Odorico interpretó durante años en La omisión de la familia Coleman, para confirmarlo. Pero ese es solo uno de sus tantos excelentes trabajos. El, Giampaolo Samá, además de actor, es director, dramaturgo y fotógrafo. Llegó desde Italia hace casi dos décadas y se ganó su lugar en el teatro porteño. Miriam y Giampa (como lo llama todo el mundo) forman un matrimonio que además de compartir la vida, también comparte trabajo. Ahora tienen dos obras en cartel: UNA es una versión libre de la novela Uno, ninguno y cien mil, de Luigi Pirandello, adaptada y dirigida por Samá y protagonizada por Odorico. La obra, que ganó decenas de premios, se presenta los sábados, en Timbre4. La otra es Vicio de familia donde comparten escenario de La Carpintería, los domingos, y se trata de una obra de Edoardo Erba, adaptada, dirigida y protagonizada por Giampaolo junto a Miriam y un elenco formado por Jorge Castaño, Guillermo Jacubowicz e Inés Palombo.
-¿Cómo se conocieron?
Giampaolo:: Nos conocimos en Italia en el 2004, en la estación de trenes de Salerno. Ella y su pareja llegaban a Italia de visita.
Miriam: Yo había renunciado a la que iba a ser La omisión de la familia Coleman que arrancaba los primeros encuentro-ensayos-improvisaciones, para justamente poder hacer ese viaje a Italia. Mi pareja de ese entonces tenía una relación de amistad con Giampaolo y su mujer desde hacía varios años.
Giampaolo: La amistad siguió y en 2006, esta vez de viaje en Argentina, Cupido enloquecido empezó a tirar flechas por todos lados y el resultado, fueron dos parejas nuevas: Miriam y yo y nuestros flamantes ex. Terminaron las vacaciones en Argentina, volví a Italia con mi ex, terminamos el proceso de separación definitivamente y me tomé un tiempo para reordenar mi vida.
Miriam.: Yo también necesitaba mi tiempo para reacomodarme y terminada la segunda temporada de La omisión.., de cómo volví a los Coleman es una historia aparte, viajaba a Italia para ver si lo nuestro era amor o una simple travesura de Cupido.
Giampaolo: La fui a buscar al aeropuerto y desde ese entonces no nos separamos más. Decidí mudarme a Buenos Aires y rearmar mi vida aquí, a su lado. Cupido pegó fuerte.
-¿Cómo es trabajar en pareja? Habrá ventajas y desventajas de compartir trabajo y matrimonio.
Giampaolo: Trabajar en pareja es hermoso y horroroso al mismo tiempo.
Miriam: Te permitís “libertades” que con otro director o directora o con otros actor o actriz no se te ocurriría ni por error.
Giampaolo: Se ensaya al límite del divorcio. Si consideramos la personalidad de ambos, se vuelve complicado porque cada uno se atrinchera en sus posiciones y, por momentos, el proceso se atasca.
Miriam: Por suerte, el respeto que nos tenemos es enorme y siempre se llega a un compromiso artístico para seguir con el trabajo.
Giampaolo: Algunos lo llaman dialéctica, aunque visto desde afuera parece el derrumbe de una historia de amor. Las desventajas ya las dije, están en el proceso de ensayos, en los tiempos de la creación que siempre son dolorosos.
-O sea que casi que se juega la pareja en cada proyecto…
Miriam: La exigencia de ambos es mucha y los dos quisiéramos siempre obtener el mejor resultado y es ahí donde las desventajas se transforman en ventajas porque cada uno estimula lo mejor del otro. Cada uno, frente a la mirada crítica del otro trata de dar lo mejor de sí.
Giampaolo: Otra de las ventajas es poder gestionar el proyecto autónomamente, con nuestros tiempos y, último, pero no menos importante, poder compartir los viajes juntos.
Miriam: Esto ya es el sumun.
-Por suerte está la parte positiva.
Giampaolo: Nosotros disfrutamos mucho con nuestra obra y nos gusta viajar, imagínate la felicidad de los dos cuando se da la posibilidad de una gira o poder ir a un Festival donde presentar nuestro trabajo.
-¿Qué es lo más admiran uno del otro/a?
Giampaolo: De Miriam, el compromiso, la seriedad, el infinito talento, la honestidad, la dulzura, la positividad con la que enfrenta las cosas de la vida y del trabajo, también las más complicadas. Me ayuda muchísimo a aplacar mi ansiedad.
Miriam: De Giampa, su capacidad de trabajo, su talento, la variedad de cosas que es capaz de hacer, su paciencia para conmigo. Es incansable y cocina como solo un italiano sabe hacer.
-¿Cómo deciden sus proyectos juntos?
Giampaolo: Si algo nos convoca y nos enamora desde el arranque, nos tiramos de cabeza.
Miriam: Si no es así, si la atracción por algo nuevo no es inmediata mejor no insistir. Demasiadas veces se aceptan cosas que al final no nos conforman. Pero, bueno, la vida es así, nos guste o no.
Giampaolo: UNA es nuestra segunda obra juntos. En mi primer unipersonal en Argentina, LAMERICA, tuve la suerte de tenerla muy cerca. Ella es la primera que lee lo que escribo, es la primera que ve cómo quiero hacerlo y es la primera que me indica errores y aciertos. Me dirigió en el segundo unipersonal, El viaje, una comedia poco divina, que es un juglar contando la Comedia de Dante y finalmente invertimos roles y tengo la suerte de dirigirla en UNA. Este año además, volví a dirigirla en Vicio de familia, un texto de Edoardo Erba, un autor italiano contemporáneo.
Miriam: Yo también sigo con funciones , en su temporada número 19 de La omisión de la familia Coleman, el clásico de Claudio Tolcachir, los viernes en Timbre4. En esa sala hacemos los sábados, el unipersonal UNA y los domingos, vamos a La Carpintería con Vicio de familia.
-Qué obra les gustaría hacer juntos y aún está pendiente
Giampaolo: Actuar juntos.
Miriam: ¿Estás seguro?
Giampaolo: Mejor lo pienso.
Por fuera de este presenten teatral que los une, ambos participan de otras producciones. Samá terminó de grabar una tira para Netflix sobre el campeón de Fórmula Uno, Ayrton Senna que estrenará el año que viene y a final de septiembre comienza a filmar una películ, El retorno, que dirige Marcela Luchetta. Por su parte, Odorico formó parte de la serie Siganme, diriigida por Ariel Winograd, aún por estrenar. Y en octubre se la podrá ver en la segunda temporada de El encargado, la exitosa serie que protagoniza Guillermo Francella. Además, está ensayando una obra dirigida por Corina Fiorillo con Mirta Busnelli, Inda Lavalle y Mónica Raiola, Nada que no quieras, de Fabián Saad que se estrenará el 8 de octubre en El Picadero.
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