Detrás de escena

Carlos Belloso expone en escena, con humor, la deshumanización del capitalismo más extremo

El actor, director y dramaturgo cuenta qué lo inspiró para escribir «El aparato», la obra que también protagoniza y que dirige su amigo Hernán Jiménez. Una ficción que apelando a la ironía, describe un futuro distópico, más cercano de lo imaginado. Se puede ver los viernes en la sala El grito.

Texto: Sandra Commisso. Fotos: gentileza prensa.

El aparato, la obra más reciente de Carlos Belloso propone el siguiente escenario: en una sociedad futura, un Estado dictatorial imprime personas 3D porque se están quedando sin partidarios. Las personas han dejado de pensar. Un operador toma la decisión de imprimir al Dictador para hacer propaganda del Régimen. Ante la sospecha de pensamiento independiente, el operario arriesgará su vida por su derecho a ser víctima. Ninguna cantidad de evidencia, por más clara que esta sea, lo traerá nuevamente a la realidad.

Con una vida real cada vez más cerca de la ficción, el actor y director dice: «La obra cuenta el aparato ideológico de Estado de una sociedad futura dónde un régimen capitalista extremo impone reglas caprichosas alimentando la deshumanización. Viéndose en la obligación de imprimir personas en 3D sustituyendo a las reales, provocando la duda permanente de la realidad. Wilson, un operario de las impresiones 3D imprime al autócrata del sistema por error para propaganda política, y esto genera una falla de la impresión, volviéndola independiente y más sanguinaria que el déspota original».

En cuanto a cómo surgió la idea, Belloso explica: «Me influyó a escribir este unipersonal el libro de Mark Fisher, Realismo capitalista, donde describe los síntomas actuales del capitalismo cuestionándose si existe o no alternativa. Las circunstancias actuales dónde Libertad Avanza y Juntos por el Cambio son dos ideas neoliberales con alto porcentaje de seguidores, me llevó a pensar si hay alternativa posible a esta realidad».

Belloso habla sobre la experiencia de estar solo en el escenario contando esta historia. «El unipersonal me sirve para exponer mis ideas sociopolíticas con humor, de la mejor manera que puedo. Si bien, una estructura con más actores sirve para poner internamente posturas diferentes, el unipersonal me lleva siempre a pensar la individualidad (para mejor o para peor) para su propio estudio. En pensamiento faucoultiano el cerebro humano es el único que estudia su propio cerebro humano».

En cuanto a la dirección, el actor destaca el trabajo de Hernán Jiménez, a quien le encargó la tarea. «El es muy talentoso y además es amigo mío. Lo que hablamos y discutimos siempre lo queremos subir arriba de un escenario. También lo llamé como director porque él tiene un ritmo preciso para el humor y en un unipersonal eso es algo imprescindible».

Sobre el presente de la actividad teatral, Belloso asegura: «La actividad está lenta y reducida, y quizás a mí me sirve para ir a un ritmo más tranquilo, pero si no me llaman, yo hago. El impacto económico se siente mucho en los compañeros y más en quienes están viviendo de sus ahorros. Si no viene una ayuda económica para todos, se pueden producir cambios en la forma de producción. No solo en la modalidad a la gorra y en la calle, quizás se invente algo nuevo o quizás se extingan formatos o estructuras y eso no hay que permitir que pase».

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