Lucila Garay: «Yo escribo como una militancia, las injusticias me conmueven»

El caso de la familia Pomar conmovió profundamente a la opinión pública argentina en 2009. Para la autora, esa tragedia fue el punto de partida para su obra Paisaje KM 31, que se puede ver en Timbre4.

Texto: Redacción Todo Teatro / Fotos: gentileza prensa.

Hay ciertos casos policiales que impactan especialmente en la sociedad y la opinión pública. El de la familia Pomar fue uno de ellos. El hecho sucedió en 2009, cuando un matrimonio y sus dos pequeñas hijas desaparecieron en plena ruta, a la altura de Pergamino, en la Provincia de Buenos Aires. Durante 24 días, el misterio alimentó todo tipo de hipótesis y especulaciones hasta que finalmente se encontró el auto y a la familia, todos fallecidos a causa de un accidente sufrido el mismo día de la desaparición.

En Paisaje KM 31, escrita y dirigida por Lucila Garay, la acción se ubica en una pequeña tapera en la ruta, el 8 de diciembre de 2009, esa calurosa tarde en que se sucede el trágico hallazgo. En ese contexto, Sonia hace lo imposible por defender su futuro soñado mientras Tomás, el único cliente por el que siente amor, la vigila y, por su parte, Paula, aunque todavía no lo sepa, está por transitar una encrucijada.

La obra de Garay quien también actúa junto a Inda Lavalle y Matías Marshall, nos introduce en la vida de dos hermanas que sobreviven prostituyéndose en la ciudad de Pergamino, golpeada por una reciente tragedia mediática.

«En el 2009 la noticia de una familia desaparecida en la ruta me conmovió. Recuerdo estar prendida a la televisión esperando respuestas, como casi todo el país, siguiendo el caso como una novela. Me quedó resonando la inoperancia y negligencia de la policía y lo estremecedor de los hechos», cuenta Lucila. «Años después me reencuentro con el hecho, casi como una excusa para escribir sobre las cosas que me importan».

Para la actriz y directora, el tema planteaba muchas incógnitas y aristas para abordar. «Si desaparece una familia entera y la justicia no hace nada, la pregunta que me dio vueltas desde ese momento en la cabeza fue: ¿qué queda para los desamparados, las minorías, y los que menos tienen? Como es el caso de Sonia y Pali, las protagonistas de Paisaje KM 31«.

Dos hechos sin conexión entre sí, aparentemente, terminan unidos por algo que los trasciende a ambos. Por un lado, una familia sale de paseo, sufre un accidente, la policía lo cubre. Nadie se hace responsable. Mueren abandonados en la ruta. Por el otro, Sonia y Paula, dos hermanas que sobreviven prostituyéndose en un pueblito camino a Pergamino, muy cerca de dónde ocurrió el accidente, son amenazadas y violentadas por la policía.

«Finalmente, quien te mata es quien debería cuidarte. Me pareció importante hablar sobre esto», explica Garay. «Fui buscando que en la dramaturgia convivan el hecho real y la ficción. Las dos tragedias tienen en común el mal accionar de la policía. La violencia y la impunidad. Como también quise rescatar el amor de estas dos mujeres. el hogar y la simpleza de lo cotidiano».

Por otra parte, la música y la fe son dos motores que aparecen en la vida de estas hermanas. La esperanza y la lucidez con la que enfrentan el día a día, es su propia justicia. «Me gusta pensar que la obra las hace aparecer y con ellas a todas la mujeres invisibilizadas». Y destaca: «Yo escribo como una militancia., las injusticias me conmueven, me gusta escribir sobre lo que siento que está mal en el mundo. Es por eso que Paisaje KM 31, para mí es un grito de amor y de justicia. Es un deseo y una verdad».