Con dramaturgia de Javier Daulte, dirección de Daulte y Mariano Stolkiner, y con actuaciones de Karina K, Marcos Montes, Florencia Raggi, Agustín Daulte y la voz en off de Héctor Díaz, «Carnicera» se presenta en el Teatro Regio. Uno de sus directores nos habla del proceso creativo de la obra que puede verse de jueves a domingos a las 20 horas.
Texto: Mariano Stolkiner. Fotos: Carlos Furman.
Todavía tengo patente el momento en el que Javier Daulte, mi admirado compañero de aventura en la dirección de esta obra, me pasó el texto que había escrito a pedido de una compañía de Barcelona, Carnicera. Por ese entonces, estábamos atravesando un difícil momento alrededor de la pandemia y nuestros teatros se encontraban cerrados. Sin poder producir, junto a Juan Coulaso y al mismo Javier, en tiempos de gran incertidumbre y desolación, empezamos a relacionarnos con el ánimo de contenernos y pensar el teatro en el modo que lo veníamos produciendo. Teníamos en común la característica de ser los tres directores y dueños de salas. Se transformó en algo habitual intercambiar reflexiones y materiales que cada uno tenía consigo.
Cuando leí Carnicera enseguida quedé cautivado por lo que ahí Javier había volcado. Si bien el texto había sido escrito previo al comienzo de la pandemia, en ese contexto cobraba una dimensión muy particular. Eran momentos donde todas esas verdades que creíamos cómo absolutas, quizás hasta la de nuestra propia existencia, se volvían difusas, y con esto empezaron a surgir un sinfín de subjetividades en torno a nuestro sentido de realidad.

Normalmente, en el teatro, tomamos el sentido de realidad para construir ficciones, con la pandemia esta relación parecía verse invertida, la realidad ahora tomaba el cuerpo de la ficción, aquel mundo distópico que alguna vez podíamos haber imaginado, salido de alguna película de ciencia ficción, nos estaba atravesando con un nuevo estatuto de verdad. Si algo traía consigo Carnicera era una analogía en torno a esta parábola.
Enseguida le transmití a Javier el deseo de dirigir su obra. Su inmensa generosidad lo llevó a contestarme que sí de inmediato. Todavía era un sueño lejano, primero debíamos atravesar la posibilidad de que se volvieran a abrir los teatros, pero algo ya estaba en marcha.
Si bien la puesta que se había realizado en Barcelona había sido para un teatro de pequeña escala, yo encontraba en el texto un potencial para que el mismo fuera llevado a un espacio de mayores magnitudes. Así fue que surgió la idea de presentarlo al CTBA. Lo conversamos con Javier y ahí se sumó también la idea de hacer una dirección conjunta, todo un honor para mi, además de uno de los mayores regalos que me dio esta profesión.

Ya con la certeza de que la obra se presentaría en el hermoso Teatro Regio empezamos a idear el equipo creativo y convocar al elenco. Sin duda este fue uno de los mayores aciertos, el talento y amorosidad desplegado alrededor de cada una de las personas que trabaja en esta obra fue fundamental para atravesar un proceso de producción y ensayos que se vio extendido más allá de lo que se tenía pautado inicialmente.
Carnicera es una obra con mucho de humor, misterio ligado al thriller y algo de tragedia, una mezcla que la vuelve cautivante por la cantidad de sucesos sorpresivos que se van presentando a lo largo de su trama. Porcia, encarnada por la maravillosa Karina K, trabaja como empleada de un frigorífico. Desde su inocencia deberá enfrentarse a un grupo de fanáticos que quieren salvar al mundo, Tania y Auber, pareja perteneciente a una agrupación clandestina dispuesta a combatir los ataques terroristas perpetuados por una fuerza conocida como “El Cerdo”, quien estaría planeando contaminar la carne de toda la población para que quien la consumiera se transformara en caníbal. Son Marcos Montes y Florencia Raggi los encargados de poner cuerpo a estos dos personajes, admirables ambos en el trabajo que han logrado. En la historia, por último, entra el personaje de Nahuel, un repartidor de Pedidos Ya amigo de Porcia, quien llega al frigorífico para encontrarse como principal sospechoso de ser el mismísimo “Cerdo”. Agustín Daulte es quien encarna al personaje de Nahuel, no podía ser de otra forma siendo que la obra ya había sido escrita para él como parte del elenco que la presentó en Barcelona. De ahí en adelante ha de desarrollarse la acción que llevará al público a tratar de descifrar quien es el verdadero monstruo dispuesto a exterminar a la población mundial, dónde las creencias y verdades absolutas serán puestas constantemente en jaque y así, según el lugar que a cada uno le toque, quiera o pueda ocupar se irán constituyendo el ir y venir de los distintos bandos. En esta metáfora, todo un postulado filosófico alrededor de la posverdad. Vale destacar el trabajo maravilloso que hizo el equipo creativo, la escenografía de Gonzalo Córdoba Estévez es de una magnitud y preciosismo pocas veces visto, por supuesto que para esto fue fundamental el trabajo que hizo el equipo de realización del CTBA, debemos estar orgullosos de la gente que ahí trabaja. Gabriella Gerdellics en vestuario, Matías Sendón en las luces, Sami Abadi en sonido, sumado al equipo de personas perteneciente al CTBA que trabaja en cada una de sus áreas hicieron posible que esta obra sea todo aquello que soñamos.

Recuerdo que cuando empecé a trabajar con Javier, una de las primeras cosas que me dijo fue que, cuando se hace teatro, más allá de lo que en definitiva pueda quedar plasmado en la resultante escénica, de entrada, hay que soñar en grande. Hoy, viendo la obra, puedo decir que, gracias a todo este equipo maravilloso entregado a un proceso intenso de trabajo, ese sueño se ha vuelta una realidad. Todo el camino alrededor de la creación de esta obra ha sido una experiencia única, gratificante y maravillosa, estoy seguro que así será también para quienes asistan a cada una de sus funciones. Si dudan, tal se construyen tantas otras verdades, se los seguiré repitiendo hasta que no les quede más lugar que creerlo. Cada día, a eso estamos invitados.
«Carnicera» se presenta en el Teatro Regio de jueves a domingos a las 20 horas. Localidades en Entradas BA.
