Entrevistas

Samuel Padilla: «El arte tiene el deber de cuestionar, revolucionar, reflexionar»

Luego de presentarse en Montevideo, llega a Buenos Aires la gira internacional de «Culpable», el segundo espectáculo que presenta el actor español Samuel Padilla en la cartelera porteña, tras las funciones de «Metus» el año pasado. Hablamos con él antes de su arribo al país.

Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: gentileza prensa.

Culpable, escrita e interpretada por Samuel Padilla bajo la dirección de Nuria de Luna, es el segundo proyecto de Xirgu Theater Company que se presentará en los escenarios porteños con una única función el viernes 17 de octubre en el teatro El Vitral. La obra nos lleva a un viaje introspectivo donde cada personaje busca respuestas a sus propias inquietudes. Marcos busca liberarse de la culpa, Rubén busca evadir la realidad e Inés busca encontrar su propia identidad. A través de sus historias, se cuestiona la naturaleza de la culpa, la influencia de las emociones en nuestras vidas y el camino hacia la libertad individual.

La puesta, que cuenta con coreografías de Patricia Domínguez, nos invita a reflexionar sobre el peso de la culpa, la búsqueda de la autenticidad y el poder transformador de las emociones. Es un espectáculo que reivindica la idea de que no somos culpables, y que la culpa es un sentimiento socializado e inculcado por la cultura en la que vivimos.

-“Culpable” es una obra que cuestiona el sentimiento de culpa como construcción cultural. ¿Qué te llevó personalmente a escribir sobre este tema y por qué creés que resuena tanto en la sociedad actual?
-No hubo una motivación personal concreta. El motivo podría decir que fue más una “petición”. Durante la primera etapa con el primer espectáculo, Metus, en dos ocasiones dos personas diferentes me dijeron: “La próxima la tienes que hacer sobre la culpa, porque la culpa mueve el mundo”. Me impresionó mucho, y ahí empecé a tirar del hilo y describir, que es cierto. Tanto el miedo como la culpa son los dos sentimientos que predominan en nuestra sociedad actual. Así que puedo decir que fue más bien un encargo involuntario del público.

-Interpretás tres personajes muy distintos en un solo espectáculo: Marcos, Rubén e Inés. ¿Cómo fue el proceso actoral y emocional para diferenciarlos y darles vida a cada uno en escena? ¿Te costó soltar alguno al final del día?
-Fue un trabajo muy complejo, pero elaborado de una forma muy bonita que me permitió encontrar el alma de cada personaje de una manera fácil. Cada personaje es muy diferente a los demás. Al ser tan opuestos también ayuda a cambiar de rol de una manera más “sencilla”. Al final de la función, doy las gracias a los tres, nos saludamos y hasta la próxima función. No me cuesta soltarlos.

-Tus obras tienen una impronta muy introspectiva, casi terapéutica. ¿Sentís que el teatro puede ser un espacio de sanación? ¿Cómo influye tu formación como acupuntor en tu manera de crear o interpretar?
-Absolutamente, el teatro es sanador. El teatro tiene la capacidad de sanar tanto al público como al actor. Sanador en el sentido de que te permite descubrir y modificar muchos elementos de tu vida y te va a dar la  posibilidad de dar un cambio para mejorar, cambiar, evolucionar y estar mejor. Mi formación como médico acupuntor sin duda me ayuda mucho. Tal vez no tanto a la hora de interpretar, pero sí a la hora de crear. Estar permanentemente en contacto con el dolor de la humanidad te hace reflexionar constantemente, y muchos elementos terminan impregnando la dramaturgia y a los personajes.

-El año pasado presentaste “Metus” en Buenos Aires, y ahora volvés con “Culpable”. ¿Qué te atrajo del público argentino y qué expectativas tenés para esta nueva etapa de la gira?
-Esta es la tercera vez que actúo en Buenos Aires y lo que más me sorprendió tanto la primera como la segunda vez es lo cercano que sentí al público, y la similitud con el público español. No tengo creada ninguna expectativa. Tiendo a no hacerme expectativas de nada para que luego no tenga decepción y me deje sorprender por lo inesperado.

-Hay una constante en tu dramaturgia: personajes que buscan liberarse de estructuras mentales o sociales. ¿Sentís que el arte tiene una responsabilidad de cuestionar lo establecido, o es más una necesidad personal para vos como creador
-Es una pregunta maravillosa. Sí, absolutamente, el arte tiene el deber de cuestionar, revolucionar, reflexionar y plantear nuevas propuestas frente a los paradigmas que la sociedad nos plantea. Es verdad que todos los personajes en mis dramaturgias buscan esa liberación. Pienso primero en mi responsabilidad como dramaturgo al ofrecer nuevas alternativas y después, evidentemente, al ser yo mismo quien lo representa, supone un acto terapéutico. Pero el motor principal es pensando en los demás.

-Después de “Culpable”, ¿qué viene? ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto o idea que quieras compartir con el público argentino?
-¡Claro, el espectáculo debe continuar! El nuevo proyecto se estrenará el próximo 1 de noviembre y se llama Diván Divino y será una sesión de psicoterapia entre el Bien y el Mal. Sigue la onda de un teatro reflexivo y terapéutico. Pero esta vez no estaré solo, sino que me acompañará una actriz. 

Culpable tiene una única función prevista en Argentina el viernes 17 de octubre a las 19.30 horas en el Teatro El Vitral, Rodríguez Peña 344. Entradas en venta por Alternativa Teatral.

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