Entrevistas

Hernán Guerschuny: «El teatro es una exacerbación de lo real»

Con varios títulos como cineasta, «Coherencia» es su debut como director teatral. La obra, adaptada del cine, aborda la ciencia ficción, las realidades paralelas y otros temas poco habituales en escena. Se puede ver en el Multiteatro.

Texto: Muriel Mahdjoubian. Fotos: Prensa

El director, guionista, productor y cineasta Hernán Guerschuny reflexiona sobre el salto del set al escenario, el desafío de adaptar recursos cinematográficos a las tablas, los ensayos como laboratorio creativo, la escritura en pareja y sus próximos proyectos en la pantalla grande.

Hace unos meses estrenó la obra Coherencia, con la que por primera vez se aventura en las tablas, además con una temática poco frecuente como el de las realidades paralelas y el universo de la ciencia ficción. El elenco está integrado por Gonzalo Heredia, Mey Scapola, Vanesa González, Guillermo Pfening, Nicolás Pauls y Laura Cymer, en el Multiteatro. La adaptación teatral fue realizada por el propio Gonzalo Heredia, con producción a cargo de Tomás Rottemberg, Bautista y Joaquín Laviaguerre.

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¿Cómo viviste la transición del cine al teatro?
-Lo viví como un gran desafío. Siempre fui un espectador recurrente de teatro y me encanta ir, pero los cineastas solemos sentirnos un poco incómodos. El teatro es una exacerbación de lo real: los cuerpos están ahí, transpirados, a veces hasta te escupen. Además, el teatro es tan directo que nos genera ansiedad; los cuerpos de los actores interactúan con los del público, creando una tensión constante. Fue un gran desafío y una oportunidad de aprendizaje. Me di cuenta de que debía dejar de lado mis prejuicios sobre el teatro y aprovechar su potencia. El teatro es un arte milenario, mientras que el cine es apenas un bebé. Aprendí que no se trata de imponer cine en teatro, sino de encontrar la esencia de la obra y aprovechar sus recursos. A partir de ahí, sí, se pueden sumar ciertos elementos cinematográficos.

-¿Qué fue lo que más disfrutaste de esa experiencia?
-Me encantó. Todo el proceso fue arduo y ríspido, y a esta altura de mi vida disfruto esos desafíos. El teatro me obligó a cuestionarme, a no convertirme en un autómata del oficio. Me llevó a explorar nuevas formas de dirigir y trabajar con los actores. También fue desafiante. Me gusta estar incómodo y salir del piloto automático. Ensayar durante meses con los actores, probar escenas, equivocarnos, reírnos, eso te transforma. Me hizo crecer como director. Repetiría el proceso y me gustaría hacer algo propio, con un texto mío.

-¿Alguna de tus películas podría transformarse en obra de teatro?
-Sí, Recreo, alguna vez lo pensamos. Es un largo que codirigí con Jazmín Stuart la pensamos en su momento y podría adaptarse, aunque no avanzamos mucho en ese proyecto. Creo que si vuelvo al teatro, preferiría escribir algo nuevo. De hecho, estoy desarrollando una obra junto a mi mujer, Roberta Pesci, vestuarista de cine. La idea es mostrar el “lado B” de una filmación, lo que nunca se ve, el caos, la convivencia, los pequeños grandes dramas detrás de cámara.

-¿Cómo es escribir en pareja, a cuatro manos?
-Muy divertido y caótico a la vez. Ella me manda audios con ideas, yo las bajo a papel, armo fichas y se las paso. Me devuelve observaciones súper valiosas porque estuvo en rodajes de todo tipo y tiene otra mirada. Terminamos armando un ping pong creativo donde los dos sumamos desde lugares distintos.

-Con una temática compleja de abordar, a la hora de ensayar, ¿cómo fue la experiencia?
-Los primeros tres semanas fueron de charla, definiendo qué íbamos a contar. Los personajes entran en un mundo cuántico y se multiplican, así que había que decidir qué versión mostrar en cada situación. Luego, los ensayos consistieron en aprender la letra y explorar posibilidades. En cine uno pule detalles, pero en teatro la exploración dura hasta la función; los actores definen mucho del resultado final, y eso me obligó a desaprender, aprender y soltar el control.

-La obra tiene algunos recursos cinematográficos, ¿cómo fue el proceso de incoporarlos al escenario?
-Usamos la escenografía, luces, proyecciones y coreografías complejas para crear planos dentro del escenario y efectos que en cine serían más fáciles, como peleas consigo mismos o exteriores dentro del mismo set. También trabajamos con el fuera de campo y la percepción del público para acercarnos al lenguaje cinematográfico.

-En tus películas el humor suele estar muy presente, ¿cómo lo trabajaste en el teatro?
-Naturalmente incluyo humor, incluso en lo trágico. La obra original no lo tenía, pero jugamos con la expectativa del espectador: parece una comedia de living y, de a poco, el clima se desdibuja, generando tensión y sorpresa.

-Contame cómo fue la selección para armar el elenco,
-Cuando me incorporé, ya estaban Gonzalo y Mey. Armé el resto del elenco con los productores. Es complicado con obras de miércoles a domingos y doble función los sábados, porque requiere un gran compromiso, pero logramos un super elenco que funciona muy bien en la dinámica de la obra.

-¿Vas a todas las funciones?
-Sí, el primer mes fui a todas. Ahora voy menos, pero nunca pasan más de tres o cuatro sin asistir.Sigo ajustando sobre la marcha constantemente. La obra tiene varias lecturas y zonas de confusión que forman parte de su ADN. Tiene una atmósfera oscura, pero nos parecía clave que el espectador creyera que estaba entrando a ver una comedia y a medida que avanza, se va corriendo ese velo y aparece lo inquietante. Ese contraste es más fuerte que si de entrada planteas un drama.

-¿Desde cuándo sabías que querías trabajar en cine?
-Desde el secundario me gustaba mucho el cine. Me anoté en Comunicación Social y Cine, hice ambas carreras en paralelo. Me recibí de cine y empecé a hacer la revista, “Haciendo Cine”. Desde entonces mi objetivo siempre fue hacer películas, contar historias.

-¿Y tus próximos proyectos?
-En cine estoy trabajando en tres proyectos en paralelo: un true crime basado en un caso policial argentino, una serie de comedia y una biopic importante. Por ahora estamos en etapa de desarrollo así que no puedo dar muchos detalles. También se acaba de estrenar una película, una comedia romántica que se llama Papá por dos, con Benjamín Vicuña y Celeste Cid. Es de esas historias que te dejan contento, que salís con una sonrisa del cine.

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