Entrevistas

Sofía Gala Castiglione: «Creo que lo más importante son los hechos, hacer cosas concretas»

La actriz forma parte del elenco de la comedia Viuda e hijas que dirige Héctor Díaz en el Multitabaris. Habla de su relación con el cine, el teatro y revela cómo se siente de interpretar a su propia madre, Moria Casán, en la futura serie de Netflix.

Texto: Sandra Commisso. Fotos: Prensa

El reparto de una herencia volverá a unir a varios miembros de una familia y el hecho, será el disparador para salgan a la luz secretos muy bien guardados y muchos trapitos al sol. Esa es la trama de la nueva comedia Viuda e hijas, con un elenco que integran Nora Cárpena, María Valenzuela, Sofía Gala Castiglione, María Fernanda Callejón y Gonzalo Urtizberea, dirigidos por Héctor Díaz (quien también hizo la adaptación del texto de Alfonso Paso Jr.), en el Multitabaris. Sofía Gala que, en los últimos años, supo forjarse una carrera sólida en el cine, con nombre propio fuera del microcosmos popular que representa su madre, Moria Casán, interpreta en la obra a una de las hijas de la ex cantante lírica, personaje a cargo de Nora Cárpena.

-Te toca interpretar a una de las hijas de esta familia que, seguramente, es un poco disfuncional.
-Si, tal cual. Bueno, como todas las familias. Mi personaje es la hija menor y no tiene vínculo con su madre y su hermana hace tiempo y el reparto de la herencia es lo que las vuelve a unir. A partir de ahí, surgen miles de cosas, como suelen pasar cuando hay una crisis o cuando ocurre algo extraordinario, y entonces empiezan a aparecer los trapitos al sol, lo que está debajo de la alfombra, facturas pendientes y todo eso.

-Nora Cárpena es tu madre en la ficción y además, es alguien muy cercano a tu madre real, ya que ella y Moria compartieron décadas de trabajo juntas en Brujas y son amigas. ¿Cómo fue ese vínculo madre e hija en el escenario?
-Nora es como una tía, casi como una madre real. Me siento muy en familia en esta obra, conozco a casi todos desde que soy muy joven y sentí una cercanía muy profunda también con el director a quien no conocía. Incluso con Nachi (Bredeston), la hija de Nora y con Tomás (Rottemberg), dos de los productores, nos conocemos desde chicos, jugábamos juntos en los teatros. Y ahora somos los que estamos al frente de un proyecto. Por eso, más allá de la ficción, por el universo real, familiar que se crea a través de esta historia, estoy muy contenta con este proyecto.

-Qué importante cuando se logra esa conexión porque es como un primer paso fundamental que ya está avanzado antes de empezar.
-Si, ya llegás conociendo a los demás, es un paso previo que acá, de entrada resultó mucho más natural. Y por eso entramos muchos más rápido al proceso del trabajo.

-¿Qué fue lo que más te interesó de esta obra?
-Creo que el hecho de trabajar con estos actores que, además de sentirlos como familia, son super talentosos. Pero más allá de eso, en general, lo que a mí me llama la atención para decidirme por un proyecto son los aprendizajes. De todo lo que hice, lo que más rescato siempre, es lo que me pasó, el crecimiento que tengo en lo profesional, en lo personal. Trabajar con Nora y María, con tantos años de oficio, me atrajo para aprender de ellas y de cada uno de mis compañeros.

-Todos vienen de lugares muy distintos, ¿lograron un hilo en común para sumar a partir de las diferencias?
-Si, totalmente. Esos colores distintos suman muchísimo y eso es lo más interesante: ver a gente de distintos palos hacer algo en común. Pero más allá de esos orígenes también nos une el hecho de tener una energía parecida, de ir para adelante, de ponerse al cien por ciento, muy laburantes y disfrutando mucho de nuestro trabajo. Además de ser muy agradecidos del laburo que tenemos, algo que valoramos muchísimo en este momento. Y eso se nota, eso de estar en la misma.

-Con tu vasta experiencia con el cine, ¿qué representa el teatro para vos?
-Lo hermoso del teatro es el tete a tete, el vivo, esa retroalimentación con el público que te permite hacer algo distinto cada día aunque parezca que hacés lo mismo. Eso que es tan modificable porque depende de la gente que está en la platea, de cómo llegás vos ese día, de cómo llegan tus compañeros. Eso me parece super interesante y un ejercicio para trabajar tu instrumento como actor que es muy poderoso. Aprovechar el presente absoluto que nos propone el teatro, estar ahí de verdad.-

-Tal vez represente lo más primitivo de la actuación
-Totalmente, algo muy rico. Y además estamos todos actuando en el teatro porque hay pocas propuestas en otras áreas, se hace poco cine. Argentina fue un lugar importante para el cine, una fuente de trabajo fuerte y es muy triste que está tan parado. Tenemos un cine que cada vez que recorre el mundo, se lleva halagos, premios. Y toda esta pelea de si hace mucho cine que se ve poco, tiene que ver con que no le dan los recursos necesarios para que se vea. Si una producción independiente no llega a tanta gente es porque tampoco tenés detrás algo que lo sostenga y lo promocione. Y suele pasar que se les da más plata a los que ya la tienen y lo mismo con la promoción y así.

-Claro, dificil de salir de ese circulo.
-Y si. Pero yo creo mucho en el cine argentino, siento que tenemos un cine con mucha identidad y creo que, la cultura, al contrario de lo que nos quieren hacer creer, en los momentos de crisis (y eso se puede ver en los momentos de crisis a lo largo de la Historia), es fundamental. Y eso tanto para los artistas como para la gente, quienes están transitando ese momento duro y necesita deshacerse de su propia realidad por un rato y meterse en otro lado. ¿En qué cabeza entra que la cultura y el entretenimiento no son importantes?

-Son una necesidad básica también, creo yo
-Sin dudas. Si no qué, ¿vivis para trabajar y nada más? y ¿trabajás para quién? para una maquinaria a la que le chupás un huevo. Y ni siquiera le interesa que lo pases bien. Creo que es un mensaje muy cruel. Y no hace falta que todas las obras te hagan pensar y abrir la cabeza, a veces lo que necesitás es relajarte un rato y nada más, puro entretenimiento y eso también es válido. También creo que es una forma de subestimar a las personas y un mecanismo de control.

-Por eso es importante que quienes tienen la posibilidad, alcen la voz con este tipo de mensajes.
-Si, y más que alzar la voz, tal vez lo que creo que es más importante son los hechos, hacer cosas concretas, seguir haciendo. Siempre hay que hablar, no callarse. pero estamos en un momento muy superficial y complejo en cuanto a lo que uno dice y lo que se interpreta, entonces hacer es lo más importante.

-En el proyecto de la serie sobre Moria Casán que está produciendo Netflix, vas a interpretar a Moria en su etapa más joven, ¿cómo encarás ese proyecto con un personaje que además de ser Moria es tu madre y que la tenés al lado viendo todo?
-Por un lado es una situación muy única: poder interpretar a mi propia madre, enamorarme de mi padre y parirme a mí misma. Eso es algo medio metafísico y psicomágico, no sé si alguna vez a alguna actriz le tocó algo parecido.

Me parece que no.
-Desde ese lugar, ya me siento afortunada de poder atravesar esto y de tenerla a ella para compartirlo. Y por otro lado, es una gran responsabilidad, como todos lo que encaro, de interpretar a esta mujer, no desde una imitación por eso somos actrices tan distintas (las otras dos son Griselda Siciliani y Cecilia Roth), sino cada una desde su esencia. Porque la idea es provocar eso que nos provoca a todos Moria que es algo muy único.

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