Quince años después de su primera versión local, regresó el musical escrito por Steven Sater, ahora bajo la dirección de Fernando Dente, protagonista en 2010. La obra se presentará durante julio en el Teatro Opera.
Texto: Damián Serviddio. Fotos: gentileza prensa.
En el regreso a los escenarios del musical que marcó a toda una generación, más de 5000 personas participaron en las audiciones abiertas para formar parte de esta historia que aborda la adolescencia, la salud mental, la sexualidad, el deseo y los silencios que aún persisten en torno a temas considerados tabú. El musical está cumpliendo 20 años en 2026 y la obra homónima en la cual se basa fue escrita en 1891 por el alemán Frank Wedekind. A pesar del tiempo transcurrido, todo lo que vemos en escena bien podría estar sucediendo en cualquier barrio de Argentina y no a fines del siglo diecinueve.
Aquella primera puesta en nuestro país tuvo la adaptación y traducción a cargo de Cris Morena, la dirección general de Ariel Del Mastro y un elenco encabezado por Fernando Dente, Florencia Otero, Federico Salles, Tony Lestingi, Irene Almus, Mariana Jaccazio, Belén Pasqualini, Eliseo Barrionuevo, Leandro Bassano, Micaela Pierani Méndez, Julieta Nair Calvo, Julián Rubino, Cristian Centurión, Guido Balzaretti, Stella Maris Faggiano, Pedro Frías y Ayelén Varela. «Esta obra es muy especial para mí. Hace 15 años, fui parte de este musical como actor. Hoy vuelvo como director, con una nueva generación de artistas, y con una herida distinta, pero igual de viva. Despertar de primavera no habla de uno. Habla de todos. De lo que se calla, de lo que arde y de lo que todavía puede cambiar», aseguró Dente previo al estreno que tuvo lugar la semana pasada con un Teatro Ópera repleto.

Con dirección vocal de Eugenia Gil Rodríguez y coreografías de Vanesa García Millán, esta nueva puesta presenta un elenco de talentos jóvenes, muchos de ellos haciendo su debut en el teatro comercial: Octavio Murillo, Trini Montiel, Tomás Wicz, Paz Gutierrez, Joaquín Scotta, Valentina Pergolini, Mariel Percossi, Felipe Paissanidis, Lare, Marto Rodríguez, Sol Tobías Córdoba, Azul Mazzeo y Santiago Toledo. Las figuras adultas están interpretadas en esta oportunidad por Vanesa Butera e Iñaky Agustin Baldassarre.
En los albores de la Alemania del 1900, en un mundo en el que los adultos son quienes controlan todo, un grupo de adolescentes de un pequeño pueblo se enfrenta a algunas de las preguntas que marcan esa etapa de la vida: el sexo, el suicidio, el embarazo indeseado, la homosexualidad. Esta es la historia de cómo intentan encontrar las respuestas que le son negadas por los adultos, mientras intentan continuar con sus vidas dentro del colegio y en un mundo extremadamente hostil al que ellos se atreven a cuestionar.
En el rol de Wendla, en esta versión 2025, se encuentra Trini Montiel. Su formación como actriz y cantante empezó desde muy chiquita porque siempre era la que se subía arriba de la mesa y cantaba. Gracias a su mamá que la impulsó a desarrollar esa vocación, a los ocho años comenzó a cursar teatro musical y a los once sumó estudios de técnica vocal con el maestro Francisco Constantini, quien le dio las herramientas a nivel vocal y la formó como cantante durante muchos años. Una vez terminada la escuela secundaria, ingresó al Instituto Argentino de Musicales de Ricky Pashkus y Fer Dente. Allí considera que se formó su «columna vertebral como artista», nutriéndose de los docentes, entre ellos: Alfredo Staffolani, Julia Gárriz, Verónica Pecollo, Pedro Frías, Pedro Velázquez, Sofia Vasapollo. «Ahí conocí a mi maestra Eugenia Gil Rodríguez, quien me vino preparando estos últimos tres años para potenciar mi instrumento y creo que a ellos les debo todo, a mis docentes que me ayudaron a aprender cómo ser artista, básicamente. Formarse es fundamental para poder subirse al escenario con los patitos ordenados, a ellos les debo todo».

-¿Cómo fue el proceso de casting hasta llegar a obtener el rol protagónico?
-Fue bastante largo y de muchísimo esfuerzo y estudio sobre todo. Empecé yendo un martes al Teatro Ópera a las audiciones abiertas y eso desencadenó en tener que seguir audicionando por dos semanas, casi todos los días. Básicamente la vida se frena y se centra en eso y es una intensidad que es de muchísimo aprendizaje para un intérprete que está buscando trabajar, dar lo mejor de sí mismo y organizar sus pensamientos para que no jueguen en contra y encauzarlos para que sea lo mejor para el proyecto y para uno, obviamente. Después de haber pasado por las instancias de las audiciones abiertas, que es de una búsqueda más general, cantamos canciones de Los Piojos, hicimos coreografías del musical pero no hicimos escenas, no era dirigido hacia un personaje en específico. Cuando me mandaron el callback para Wendla, me llamó muchísimo la atención porque yo jamás me imaginé que me iban a castear para ese personaje. Me estudié todo el material para la primera instancia: el primer día canté, al día siguiente nos enseñaron una coreo, al tercer día pasé una escena, después me hicieron pasar otra… y ahí a mi me empezó a picar de una manera distinta, pero nunca jamás tomando dimensión de lo que iba a suceder después. Estuvo siempre muy lejos de mi imaginación y fue muy sorprendente cuando un sábado me dieron la noticia de que era Wendla, después de dos semanas de haber audicionado. El proceso del casting fue maravilloso y uno de los procesos en los que yo creo que más aprendí en toda mi vida.
-¿Qué significa para vos haber obtenido este personaje?
-Significa un cambio de vida rotundo. No solamente por la magnitud del rol y de la producción, sino por la obra y la temática y el equipo de trabajo que se convirtió en mi familia y me atravesó por completo. Me enseñó a ver la vida de una manera más bonita y más real, con todo lo que eso implica. Estoy muy agradecida de tener esta oportunidad de poder calzarme estos zapatos y andarlos, me parece un sueño hecho completamente realidad de una manera que jamás lo pude imaginar que iba a ser así y es tan brillante, que a veces siento que lo sigo imaginando. Es despertarme todos los días de un sueño que soñé toda mi vida. Es una maravilla, la verdad para mí haber obtenido esto es una maravilla.
-Si bien estrenaron hace muy poco, ¿cómo sentiste las primeras repercusiones de la obra?
-Fueron un abrazo directo al corazón. Si bien los ensayos fueron tan potentes que ya había una sensación de que lo que estaba sucediendo era muy especial, que el público lo reciba de la manera que lo está haciendo, es otro milagro. Salir de función y abrazar a la gente que nos viene a ver y tener conversaciones que son importantes tener es un privilegio enorme y estamos muy contentos.

-¿Cómo fue el encuentro con el elenco original de 2010 luego de la función de pre-estreno?
-Fue otro sueño hecho realidad, porque yo crecí toda mi adolescencia viendo el video de su versión de Despertar… en YouTube y teniéndolos como ídolos mundiales. Salir de la función y verlos ahí fue inmediatamente retroceder el tiempo y ser la Trini de 14 años, conociendo a sus ídolos de toda la vida. Fue un privilegio enorme poder tener conversaciones acerca de estar haciendo lo mismo tanto tiempo después y tener la sensación de que hay algo muy especial que nos une que es este material que llega directo al alma. Fueron abrazos completamente distintos a los de todos los días y que no voy a olvidar nunca más en la vida. Además de conocer artistas que admiro profundamente y que ojalá pueda algún día llegar a ser como ellos, porque son brillantes, fue una locura. Yo estaba tan eufórica y me puse tan nerviosa de conocerlos que cuando la vi a Flor Otero y la fui a saludar, no me salían las palabras de lo importante que estaba siendo para mí ese momento, entonces cuando le abracé lo que me salió decirle fue: «Qué impresión». Y fue lo máximo que me salió decirle, después por suerte me pude organizar y decirle todo lo que yo la admiro y cuántas veces la he visto durante mi adolescencia, pero la verdad que fue algo que no voy a olvidar nunca, esa sensación de estar conociendo a gente muy importante.
-¿Qué te gustaría que pase con «Despertar de primavera» de acá en más?
-Que la gente la venga a ver, no solamente por la propuesta distinta que se establece con este proyecto, por las interpretaciones de mis compañeros, por el mimo al corazón que es la obra, sino también para que las familias puedan tener las conversaciones que hay que tener, y que son necesarias que haya. También para que vengan adolescentes y puedan hablar con alguien, con sus amigos, con adultos, porque es muy vigente la temática de Despertar de primavera y necesitamos que se corra la voz para que crezcamos como sociedad y para que estemos todos un poquito más unidos. Mi deseo es que Despertar de primavera no se termine nunca, pero mientras dure, que sea a voz alzada, que sea un grito que dure por mucho tiempo en los corazones de todas las personas que lo vengan a ver.
Despertar de primavera tiene funciones los días sábados 28 de junio, 5, 12, 19 y 26 de julio, los domingos 20 y 27 de julio y el viernes 25 de julio, siempre a las 20 horas en el Teatro Ópera, Avenida Corrientes 860. Entradas en venta únicamente a través de www.ticketek.com.ar
