Críticas

«Imagen Velada». Una coreografía de secretos en los countries argentinos

En la obra escrita y dirigida por Santiago Gobernori, la intimidad
de un country se transforma en un teatro de máscaras, donde un simple fin
de semana entre amigos nos muestra el retrato de la superficialidad y el
encierro emocional de las clases altas.

Texto: Joaquín Guido. Fotos: gentileza prensa.

Imagen velada, protagonizada por un elenco coral de once intérpretes, encuentra en su caos contenido una notable armonía actoral. Con la basta cantidad de personajes y subtramas que se desarrollan en la obra, lo que podría volverse caótico, se sostiene con una gran fluidez. La convivencia en escena respeta el ritmo del otro sin perder individualidad. No deja de ser una reunión entre amigos y ahí está la clave: gritos, chistes, exabruptos y reproches se entrelazan en el encuentro con esa esencia argentina que no entiende de clases sociales. Incluso en el calor del conflicto, el encuentro sigue en pie: ni las peleas, ni la incomodidad lo van a cancelar.

Tincho Lups interpreta al espíritu errante de un querandí, un espectador omnipresente, suspendido entre el pasado ancestral y la actualidad más frívola. Su personaje, anclado al espacio físico donde se desarrolla la obra, oscila entre lo invisible y lo concreto, escuchando secretos, tejiendo vínculos y rompiendo la cuarta pared como testigo y conciencia del lugar. Es él quien aporta la capa simbólica más potente de la obra, recordándonos que dentro de esos barrios privados aún resuenan otras memorias.

La inclusión de Guido Losantos como el sapo de otro pozo, ajeno al estilo y las costumbres del grupo, aporta una mirada externa que expone con torpeza y verdad, las tensiones de pertenencia, clase y privilegio. Su incomodidad es palpable y, a la vez, profundamente necesaria. Nos invita a empatizar con su desconcierto, al ver cómo se horroriza ante el humor cruel, la forma en que los vínculos se administran y los disfrazados modos agresivos, su mirada funciona como espejo para el espectador ante el humor escatológico de los amigos.

Las vueltas de trama son sutiles pero efectivas. Cada personaje, en algún momento, revela frustraciones, deseos reprimidos o traiciones ocultas, aunque lo hace sin excesos. Lo importante nunca es lo que se dice, sino lo que se deja entrever. Así, la obra construye una crítica punzante a un grupo social para el que ni el dolor, ni el conflicto, ni la memoria parecen tener verdadero peso.

El vestuario y la escenografía, a cargo de Paola Delgado, son precisos y dan cuenta del estilo de una clase acomodada, que no se relaja ni para una comida entre amigos de toda la vida. Ricardo Sica, con su juego de luces, nos ayuda a entrar en el realismo mágico, separando la esencia del querandí con la del resto de los personajes. Imagen Velada es una experiencia teatral que, con humor ácido y una puesta tan precisa como simbólica, desarma las certezas del confort y expone lo que hay detrás de las rejas de los countries: miedo, negación y una profunda incapacidad de conmoverse por algo real.

Imagen velada se presenta los martes a las 20 horas en el Teatro Astros, ubicado en Avenida Corrientes 746. Localidades en Entrada Uno.

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