Detrás de escena

Melisa Freund: «Las falsas promesas y las apariencias pueden volverse en contra de quienes las sostienen»

La directora de «Ultimas unidades de lujo» reflexiona sobre la obra en la que la que, en clave de humor, las mentiras y las estafas se hacen cada vez más insostenibles para los personajes. Las funciones son en el Espacio Callejón.

Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: gentileza prensa

Un grupo de amigos se reúne a ensayar una coreografía para un concurso amateur, pero lo que comienza como una práctica aeróbica se convierte en un explosivo juego de traiciones y mentiras mientras una turba enfurecida los rodea. En un mundo donde se enfrentan la apariencia y la verdad, el dilema será cómo escapar de una jaula de oro que ellos mismos crearon. Ese es el punto de partida de Ultimas unidades de lujo, un texto de Karina Hepner, quien también actúa junto a José Escobar, Ariel Gigena, Natalia Imbrosciano y Mauro Pelandino, en el Espacio Callejón. La directora Melisa Freund habla sobre la obra.

La imagen actual no tiene texto alternativo. El nombre del archivo es: melisa-freund-directora-y-karina-hepner-dramaturgajpg.jpg

-¿A qué aluden estas Últimas unidades de lujo del título?
-Es un juego de palabras que refleja el doble sentido de la obra. Por un lado, hace referencia a los departamentos de lujo que los personajes están intentando vender como parte de una estafa. Pero, al mismo tiempo, ellos mismos son las «últimas unidades de lujo«, ya que se encuentran al borde del colapso, aferrados a una apariencia de éxito que comienza a desmoronarse. La obra pone en evidencia cómo las falsas promesas y las apariencias pueden volverse en contra de quienes las sostienen.

-¿Qué quisiste transmitir al público desde la puesta y dirección?
-Busqué imprimirle a la obra un ritmo vertiginoso, donde el humor y la velocidad con la que los personajes se fagocitan entre sí son elementos centrales. La puesta se construyó a partir de un espacio que inicialmente parece contenerlos, pero que progresivamente se transforma en una amenaza. Este espacio, que debería ser un lugar de seguridad y éxito, se convierte en un entorno asfixiante, donde las apariencias comienzan a desmoronarse y los personajes se ven atrapados en sus propias mentiras y ambiciones. Mi intención fue que el público experimente esa sensación de vértigo y desesperación que atraviesan los personajes, acentuando cómo, en su afán por sostener una imagen de éxito, terminan consumiéndose unos a otros.

-¿Qué es lo que más te impactó del texto?
-Lo que más me impactó es su capacidad para combinar el género policial, que suele estar asociado al suspenso y la intriga, con un tono de humor mordaz. No es común encontrar en el teatro alternativo contemporáneo obras que coqueteen con el policial, un género que me apasiona. Esta obra, sin embargo, da un giro particular al incorporar personajes que, a pesar de ser claramente villanos, resultan cómicos y absurdos. Fue justamente ese contraste entre su maldad y su capacidad para generar risa lo que me atrajo desde el inicio. En la puesta, decidí destacar ese aspecto, potenciando la dimensión humorística de estos personajes que, en su desesperación y ambición, terminan revelando su lado más patético y humano.

-¿Es una obra en la que el público se identifica enseguida con los personajes?
-Creo que bastante porque la propuesta es observar cómo los personajes se aferran a una imagen de éxito que se desmorona, y cómo intentan mantener sus apariencias en medio del caos, algo que suele ser muy frecuente. Es una invitación a reflexionar sobre el valor de las promesas vacías y las ilusiones que construimos para evitar enfrentar la realidad. La obra mezcla la comedia y el drama, proponiendo una mirada crítica sobre las apariencias, el engaño y las consecuencias de sostener mentiras que, tarde o temprano, se vuelven insostenibles.

Ultimas unidades de lujo tiene funciones los miércoles a las 20.30 en Espacio Callejón, Humahuaca 3759. Entradas por la web del teatro o por Alternativa teatral.

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