Entrevistas

Margarita Bali: «La vida no me alcanza para hacer todo»

La bailarina y coreógrafa presenta una particular retrospectiva con «Juego del tiempo» donde repasa su prolífica carrera, de nivel internacional, y celebra sus 81 años de vida y arte. Se puede ver en el Galpón de Guevara.

Texto: Meli Cuitiño. Fotos: Gentileza M.B | Alejandro Carmona

Margarita Bali celebró (y lo sigue haciendo) sus 81 años, como mejor sabe hacerlo: con la danza. Coréografa, bailarina y directora, una de las creadoras del mítico grupo independiente Nucleodanza, con el que recorrió el mundo, presenta ahora Juego del tiempo. En esta obra, Bali despliega lo que fue su carrera, en un recorrido histórico en el que también aparecen muchos otros temas que la apasionan, como la Astronomía, la Física y la Biología. El diseño sonoro y composición musical de Juego del tiempo es de Gabriel Gendin y dirige ella misma junto a Gerardo Litvak.

-¿Qué representa la danza y cuál es su significado en tu vida?
-La danza representa un cambio radical en mi vida, me sacó de la vida académica, mucho escritorio, mucha silla, montañas de papeles, y me llevó a un mundo mucho más lúdico y ciertamente muy físico, artístico y gratificante. ¿Serán esas endorfinas a rienda suelta?

-Con tu amplia trayectoria, ¿cuáles son los momentos más gratificantes que has experimentado gracias al oficio de bailar por el mundo?
-Los más impactante sucede durante alguna función, en un país en donde se habla otro idioma, y percibir ese silencio, la atención concentrada de toda esa gente y finalmente el momento del aplauso, en donde sentís que valió la pena todo ese gran esfuerzo creativo y de organización hasta culminar en ese momento. También hay algo de esa cofradía grupal del elenco y esa cena relajante y divertida que sabes que te espera, después de bañarte, guardar el vestuario, la escenografía, empacar el espectáculo para partir al día siguiente. Si, todo eso junto.

-A la hora de pasar por el cuerpo los movimientos y traducir las coreografías, ¿qué inspiraciones tenés en mente?
-Inventar movimientos, para luego recordarlos con una continuidad lógica para el cuerpo y así fijar en el cerebro una secuencia que luego a su vez se unirá a otras frases para finalmente terminar con una escena o una coreografía, es todo un largo proceso. No siempre se busca esa continuidad lógica, porque a veces se busca justamente romper con lo más inorgánico o atravesado. Siempre busco algo de dónde agarrarme para que remita a la temática de la obra en su totalidad.

La imagen actual no tiene texto alternativo. El nombre del archivo es: juego-del-tiempo-8-fotografia-de-m.-bali.jpg

-¿Cómo es ese primer paso con el que se empieza a armar una coreografía?
-Generalmente, cuando hago las primeras improvisaciones, tengo en mente alguna idea visual, temporal, rítmica, algún problema para resolver, una sensación, un clima, una situación o alguna música que me inspira. Trato de circunscribirme a alguna característica que pueda relacionarse con el tema fundamental de la obra imaginada. A veces las obras pueden tener escenas de carácter muy diferentes (justamente en el caso de Juego del tiempo en donde con Gerardo, el director, trabajamos mucho el estilo propio de cada escena que en muchos casos remiten a otras obras del pasado, pero también se abrió el juego para darme lugar para inventar nuevos momentos del presente.

-¿Qué imágenes potencian tu creatividad?
-Muchas imágenes: cuadros, esculturas, películas, novelas, fotos, paisajes, dibujos propios, movimientos de animales. Muchas obras empezaron con una u otra imagen, la cuestión es desarrollar luego esa imagen en una idea de obra escénica total .

-¿Cómo ves la relación entre la danza y otras artes como el teatro por ejemplo?
-Para mi está todo entrelazado. Con la imagen de video ya tengo desarrollada una simbiosis muy fuerte desde hace más de 30 años, con la incorporación de proyecciones en el ámbito escénico que empecé en 1994 con la obra Dos en la cornisa. Con el teatro la dirección es más directa, todos desarrollamos una dramaturgia en escena, quizás los bailarines no hablamos, pero ahora ya eso también lo estoy transitando en Juego del tiempo.

-A la hora de componer personajes y bailes escénicos, ¿quiénes son tus mayores referentes?
-Los referentes fueron muy importantes al comienzo cuando iba a ver todo lo que podía y comenzaba a discernir lo que más me importaba. En el extranjero, Alwin Nikolais, Martha Graham, Pina Bausch. En Argentina, porque he visto y bailado sus obras. Oscar Araiz, Ana Kamien, Anamaria Stekelman, Ana Itelman. En 50 años he visto de todo, obviamente, y sigo asistiendo a toda la danza y teatro que puedo. Pero ahora, creo que como siempre, intento inventar lo propio

-¿Cómo definís a Nucleodanza y qué representa en tu vida este proyecto?
-Fue un período de mucha amistad y congenialidad artística que comenzó con mis pares Ana Deutsch y Susana Tambutti. La danza necesita otros cuerpos, el vaivén de ideas, el empuje que da el grupo, que se inició pequeño con solo tres bailarinas y pasó por distintas etapas y llegó a estar conformado por más de 15 intérpretes para las obras más numerosas. Tuvo una etapa muy prolífica entre 1985 y 1995 que se particularizó por giras anuales a Europa y a los festivales de teatro y danza de muchos continentes,

-¿Qué relaciones encontrás entre tus estudios de Biología y Física con la danza y el arte en general?
-Una persona no es un ser estanco, con compartimentos, puede tener múltiples intereses, que no son excluyentes, y se pueden enriquecer mutuamente. La Biología me sigue interesando, no hago investigación profesional pero me encanta aggiornarme cuando algo me llama la atención, como investigar los increíbles seres adaptados a las dificultades de existencia en las profundidades marinas. Con la Fisica no fui más allá de la materia Electricidad y Magnetismo pero ahora me interesa mucho todo lo que hay en el espacio sideral, los increíbles vuelos espaciales y si encuentro nuevas imágenes de la Nasa ya las estoy capturando para que los bailarines naveguen a través de esos mundos maravillosos. La vida no me alcanza para hacer todo.

-Una de tus características son las proyecciones interactuando con los bailarines en escena, uniendo temas distintos entre sí, como sucede en Galaxias.
Galaxias es una obra basada en imágenes galácticas y de planetas y estrellas invadidas por bailarines que las recorren, navegando y flotando grácilmente en ese espacio. Es una fantasía total, la del humano volando, el sueño de todo bailarín. Un armado digital de una danza muy lúdica. Los bailarines fueron filmados sobre enormes fondos croma hace 12 años en la sala Martin Coronado del Teatro San Martín, un material inédito que quedó en mis archivos esperando el momento de poder editarlos para dar una sensación de inmersión total. Fui con mi nieta de 5 años a visitar la instalación y nos divertimos a lo loco las dos corriendo y bailando. Es ideal para el encuentro de las generaciones.

-¿Cómo ves en retrospectiva toda tu carrera en la danza y que plasmas en tu obra Juego del tiempo?
-Mi carrera en la danza, considerando como empecé, tarde, como una segunda opción profesional que podría parecer imposible, me parece un milagro y me encanta y agradezco todo lo que pude hacer. Cuando Gerardo Litvak se me acerca en una clase retrospectiva que di sobre Nucleodanza y me dice que yo podría bailar esa historia, pensé que estaba loco. Y bueno, a los locos hay que prestarles atención. Fue un trabajo muy intenso, minucioso bajo la mirada de un preciosista muy exigente. Tuve que volver a entrenar, y encontrar los movimientos de mi cuerpo. Además de editar, editar y más editar… se apuntaba a lo perfecto.

-¿Qué significa para vos estar en el Cervantes y en otras salas de teatro independiente de Buenos Aires a tus 81 años?
-Yo más que maravillada de la temporada que hice en el Teatro Cervantes. Insólito que a esta edad finalmente se me dio poder estar contenida, sustentada por una producción muy cuidada y profesional, de todos, desde la dirección a los técnicos, vestuario, maquillaje, iluminación escenografía, video, asistentes, además de un equipo propio increíble Eli Sirlin, Graciela Galan, Monica Toschi, Carla Rimola, Agustina Piñeiro. Tuve un tratamiento de princesa, pero a los tres meses, llegaron las doce, se acaba el hechizo, llega la carroza y te manda de vuelta a la cocina del teatro independiente. Eso tiene lo suyo, volver al llano, gestionar, armar, llevar, contratar, invertir dinero, planificar complejos horarios de múltiples personas, todo muy a pulmón, no sabiendo si el público va a venir. Es una lotería solo apta para kamikazes intrépidos que necesitan seguir haciendo.

-¿Cómo es trabajar, además de teatros, en espacios no convencionales haciendo intervenciones por fuera de lo tradicional?
-Soy fanática de los espacios no convencionales, en especial para mis video instalaciones, Siempre estoy a la búsqueda de grandes espacios con muchas paredes, o espacios negros o que se puedan oscurecer, lugares insólitos donde pienso, ah, ahí entraría justo! tal o cual instalación que tengo. No pienso en lo no convencional para lo que es en vivo, será que ahí me gusta lo muy planificado con la visual perfecta que te da una sala convencional con escenario frontal y la gente sentada cómoda para concentrarse en la obra. Lo que sí me fascina mucho es filmar bailarines en arquitecturas no convencionales, escaleras, paredes, en la naturaleza, enfrentarlos con lo escenográfico diferente. Pero es imposible llevar al público a esos lugares, por eso filmo y hago los videos compaginados como obra final. Lo más cercano que he hecho de juntar espacios no convencionales con el vivo fue Pizzurno Pixelado sobre el Ministerio de Educación en 2006: 20 bailarines y mapping combinados.

-¿Qué otros proyectos siguen?
-Voy a Mendoza en octubre a los 30 años del Festival de Videodanza con Rocas que fue filmada con cinco bailarines en Rocha Uruguay en las hermosísimas dunas y rocas de la Pedrera y Valizas con música original de Marcelo Moguilevsky. Tiene un increíble trabajo de improvisaciones en lugares muy desafiantes. Fue un proyecto de larga planificación que inicié 30 años antes con los videos Agua y Arena, dos obras filmadas con otro elenco pero en los mismos alrededores. Yo necesitaba de esta última locación y este último racconto para cerrar el ciclo de largo peregrinaje a lo inhóspito. Me encantaría recorrer otras ciudades claro, buscando locaciones alternativas para realizarl las obras que son adaptables a tamaños más pequeños pero no es fácil montar en gira la producción para Juego del tiempo, por ejemplo, pero escucho ofertas, todo se puede repensar.

-Contanos un poco sobre tu libro Universo Bali.
-Fueron dos años intensos de recopilación y ordenamiento de materiales visuales, críticas, prensa, programas, gracias a Alejandra Torres que fue quien incentivó y organizó este arduo trabajo. Fue complejo establecer una línea de tiempo prolija, sesuda, y esta buenísimo que se hizo, parecía muy final ese libro, pero pasaron siete años y acá estoy, siguiendo con obra nueva. Ahora, vender el libro es otro cantar.

Juego del tiempo tiene funciones los sábados a las 20 en el Galpón de Guevara, Guevara 326.

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