La actriz se volcó a su faceta de autora y directora con la obra El puerto de la gloria, una comedia dramática que se presenta en la sala El Extranjero.
Texto: Sandra Commisso. Fotos: gentileza prensa.
Con una extensa trayectoria como artista multifacética, el lado menos conocido de Karina K es el de autora y directora. Con su obra El puerto de la gloria, que se presenta en El Extranjero, la actriz lo saca a la luz ahora, además de estar a cargo de la escenografía, la música y la producción.
La historia transcurre en un barcito del puerto de Mar del Plata, en una tarde de otoño, a finales de los años ochenta. Y allí habla de las ilusiones que son el centro de nuestras vidas. Ilusiones que intentan llegar a concretarse pero que, en la mayoría de los casos, se quedan en el camino. Además indaga en los vínculos, en la toma de decisiones, con guiños y referencias a la idiosincrasia argentina, con sus repetidos errores y hazañas.

-¿Cómo surgió la idea de la obra?
-De una manera muy simple: a partir de una imagen fotográfica en un taller de dramaturgia. De allí surgió todo mi imaginario para crear una historia que interpretan Ezequiel Cipols, Verónica Jofre y Luisina Ponse.
-Con tantos años como actriz y cantante, ¿qué te impulsó a probarte como autora y directora? ¿Cómo fue el proceso de escribir y luego dirigir?
-Ya en mis años de actriz y cantante, creaba mis espectáculos de autogestión dentro del género musical, varieté o anti ópera, como fue Mamapunk un homenaje a Nina Hagen, la rupturista cantante alemana. Pero decidí solo enfocarme en escribir dramaturgia, fue hace más de siete años. Durante la pandemia produje muchísimo, y a la vez estudié guión de cine y formato para series, tengo mucho material. Lo primero que decidí materializar, fue El puerto de la gloria, una obra de 3 personajes, dos actrices y un actor, que me permite seguir forjándome en la dirección de actores y la dirección general, ya que coordinó todas las áreas, además de producirla. Esta obra es mi entrenamiento esencial. Y estoy muy conforme con el resultado.
-¿Qué es lo que más te interesa contar con esta historia?
-Que en la vida de las personas más simples, con sus realidades más adversas o desdichadas, también existe un futuro esperanzador, un destino promisorio.

-¿Qué perspectivas te abre desarrollar estas nuevas facetas creativas? ¿Cómo se complementan con lo que venís haciendo hace años?
-Muchas veces a mis amistades les digo: “Soy teatro“, es como una fuerza natural que me acompaña desde los seis años, cuando que me subí por primera vez en un escenario en una muestra del instituto Lavarden (primer lugar de mi formación). Me sentí cómoda, por eso nunca más me bajé. Me formé para esto, trabajé en España ( penas llegada) como repartidora de pizza en moto para pagar mis clases de teatro en el colegio de teatro de Barcelona, una escuela de gran prestigio que me formó como actriz de diversos estilos y también auto gestora de mis propios proyectos. En síntesis, lo mío es la artesanía teatral y en las más complejas épocas, me defino como una obrera del arte. Hoy hago teatro, produzco mi obra como modo de resistencia, con mi propia convicción y las de mis compañeros con quienes formamos una cooperativa, porque adoramos esta obra que hacemos entre todes.
-A partir de esta experiencia, ¿cómo te gustaría seguir, qué otros proyectos te esperan este año?
-En principio, continuar en el teatro El Extranjero, los sábados, un lugar que nos abraza en todos los sentidos, la puesta de la obra queda bellísima ahí y además quienes nos abrieron las puertas del lugar, también nos abrazan, eso lo valoramos a muchísimo.
También llevaremos la obra de gira a otras provincias y por las salas del Gran Buenos Aires.
-¿Cómo ves el panorama del teatro argentino en este momento actual de la Argentina?
-Veo que de esta crisis manifiesta, devendrá una época de crecimiento exponencial, una belle epoque no solo de las artes escénicas, sino de todas las artes en general. La cultura abre las mentes y los corazones. Un hecho artístico puede cambiar la vida de cualquier ser humano. Hay que sentarse y pensar porque es así.
El puerto de la gloria tiene funciones los sábados a las 22.30 en El Extranjero, Valentín Gómez 3378. Entradas por la web del teatro.
