En su edición 13, el festival tendrá una amplia programación con entrada voluntaria. Habrá obras con «calidad y diversidad», según sus organizadores.
Por Diego Jemio. Fotos: Prensa TABA.
Dentro de la impresionante actividad teatral de la ciudad aún en épocas de fuerte crisis, el festival TABA (Temporada Alta en Buenos Aires) se convirtió ya en un imperdible desde su primera edición en el país en 2013. El encuentro es el “hermano argentino” de Temporada Alta, un festival que se realiza en Girona hace más de 28 años.
La edición 13 del encuentro se realizará entre el 13 y el 23 de febrero en Timbre 4, con una programación internacional de España y Francia, junto a obras locales que tuvieron un recorrido destacado en las salas porteñas. Además, como todos los años, habrá un Torneo de Dramaturgia y espacios de intercambio sobre las disciplinas que integran la práctica teatral.

“El festival, una réplica de uno que hay en España, tiene como base el diálogo entre lo escénico catalán y argentino. Además de la programación de allá, por un tema de recursos este año nos concentramos en la programación porteña, como El Brote, Precoz y Nos arrancaría de este lugar para siempre, un estreno de alguien de la casa, Diego Faturos”, contó Eleonora Pereyra, coordinadora de la programación de Timbre 4 y una de las coordinadoras de TABA.
También destacó, además de las obras españolas, aquellas que dialogan con Francia. “Son propuestas que dialogan con ese país -agregó Pereyra- como Nana canta Piaf y Chin, chin, mon amour! Son poesías y entrevistas”.

Narcis Puig, director de programación artística de TABA, habló de las líneas que rigen la curadoría de las obras. “Desde Cataluña, hay una parte práctica en las obras que se seleccionan. Es la variación en las formas y en las temáticas; al final, el contenido y la forma son las dos cosas que definen una experiencia teatral. También existe una cuestión más práctica: que la obra pueda viajar ligera de equipaje y que se pueda presentar con pocos elementos o encontrando esos elementos en Buenos Aires”, explica el catalán.
En cuanto a la presencia catalana en el festival, Puig se refirió especialmente a No sabemos nada del campo, creada y dirigida por Clàudia Serrahima Urgell. “Es una propuesta casi ecologista que habla de la mirada desde la ciudad hacia el campo en formato de teatro de objetos de un artista joven que está creciendo rápidamente a nivel artístico. Luego está Las palabras de los otros, que habla de cómo ha marcado el patriarcado a los hombres. Son dos formas y temáticas muy distintas. Si tuviese que responder a la línea curatorial en dos palabras, diría calidad y diversidad”, dijo.

En este contexto, gestionar un festival como TABA es un esfuerzo enorme. Eleonora Pereyra cree que Timbre 4 tiene una capacidad histórica de gestionar en tiempos difíciles. “En Timbre estamos acostumbrados a hacerlo en la adversidad sin negar las cosas. El festival tiene la mayoría de su programación con entrada voluntaria porque no sabíamos cómo iba a venir el año. El apoyo internacional es para que puedan participar las obras catalanas y tratramos de gestionar para poder ayudar a otras. Hay que gestionar en el contexto que se venga”.
El festival TABA se realizará del 13 al 23 de febrero. Más datos sobre la programación y actividades en Timbre 4 y en la web del festival.
