Detrás de escena

Paraíso Club propone hacerse amigo de lo mejor de las artes escénicas

Se trata de un espacio autogestivo del que participan artistas interdisciplinarios de la Argentina y otros países donde se presentan propuestas para indagar sobre el quehacer teatral.

Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: Gentileza Prensa

Con la enorme producción teatral que existe en la Ciudad de Buenos Aires, hace unos años, un grupo de artistas del género decidió crear un espacio cultural autogestivo que propone una lógica innovadora de producción cultural. Se trata de Paraíso Club, en la que sus socios y su audiencia se transforma en la productora de nuevas creaciones artísticas con posibilidad de acceder a un estreno por mes tanto de teatro como de danza o performance, además de desmontajes de obras, objetos diseñados por los artistas del club, experiencias en cursos y talleres de dramaturgia, dirección, escritura o actuación, con descuentos. Giuliana Migale Rocco, una de las curadoras de Paraíso Club, habla sobre cómo funciona esta iniciativa.

-¿Qué propone Paraiso Club y cómo surgió?
-Paraíso propone un nuevo formato de exhibición para las artes escénicas en la Ciudad de Buenos Aires. Es un proyecto que financia, produce y exhibe el trabajo de artistas contemporáneos de las artes escénicas de Argentina. Se trata de un espacio autogestivo que funciona bajo el formato de un club en el que, a través de un sistema anual de membresías, la audiencia se transforma en productora de nuevas creaciones. Se producen doce obras por año, además de distintas acciones que ponen su énfasis en la búsqueda y experimentación de lenguajes, el cruce de esos lenguajes con el presente, y la consolidación de espacios de mediación artística y encuentro.

-¿La pandemia y sus consecuencias tuvieron que ver?
-Paraíso es un proyecto que comenzamos a pensar entre 2020 y 2021, por invitación de Cynthia Edul, que reunió a un grupo de artistas y gestores de las artes escénicas que trabajamos hace muchos años en la escena. Surgió como respuesta a un campo de producción y exhibición que encontrábamos obsoleto, que considerábamos que necesitaba formas alternativas de pensarse y, sobre todo, de pensar a la audiencia y su vínculo con las obras y el colectivo de artistas.

-¿Quiénes lo integran?
-Somos un grupo de doce socios y socias fundadores: Agustina Muñoz, Aliana Alvarez Pacheco, Ariel Farace, Bárbara Hang, Cynthia Edul, Giuliana Migale Rocco, Ignacio Sánchez Mestre, Lorena Vega, María La Greca, Pilar Gamboa, Romina Paula y Silvia Gómez Giusto. Y, además, hay 500 socios y socias activos que son quienes le dan su forma y son su condición de posibilidad.

-¿Cómo sintetizarías el espíritu curatorial y dinámica de trabajo de los referentes de la comunidad?
-Uno de los ejes centrales de Paraíso es la curaduría colectiva. Son meses y meses en los que investigamos, vemos materiales de artistas de la escena local y regional, nos hacemos preguntas, barajamos posibilidades, pensamos la relación de los materiales que vemos con el presente y, recién después, diagramamos la programación de cada año. Nos importa mucho que las obras que traemos a la programación despierten interrogantes sobre el lenguaje de las artes escénicas, que trabajen sobre temáticas que consideramos relevantes en el presente y que, también, tengan una pregunta por la audiencia.

-¿Cuál es la obra para arrancar el 2025?
Vox Humana, una obra de Guillermina Etkin que se estrenó en 2024 en el marco del Festival de Nueva Ópera de Buenos Aires, e hizo solo dos funciones. Es una propuesta que crea una dramaturgia a partir del sonido, una experiencia en la que la noción de voz se plantea como entidad performática. Nos interesaba empezar el año con una obra que plantea con cruce con otra disciplina. En 2024, la propuesta que abrió la programación fue Jardín sonoro, una obra site specific que cruzaba la literatura y el teatro. Esta vez, Vox Humana pone en el centro de la escena la música y el acto de la escucha. Es un trabajo interdisciplinar para el que Guillermina Etkin construyó un instrumento híbrido entre la voz humana y el órgano de tubos: GlaDys (Glottal Acoustic Dynamical System). En escena, se cruzan tres voces humanas, un órgano digital y GlaDys.

-¿Cuáles son los ejes y atractivos de la programación 2025 de Paraiso Club?
-La programación de Paraíso 2025 busca reflexionar, desde distintos lenguajes y prácticas, sobre problemáticas urgentes y las conexiones entre las artes escénicas, el presente y la comunidad. En 2025, presentamos una propuesta curatorial que aborda temas como la voz humana y sus mecanismos de funcionamiento, la memoria, las disidencias sexuales, el encuentro intergeneracional, los cruces entre historia y biografía personal, las formas de intercambio, el trabajo, las guerras, los espacios, los cuerpos, los lazos familiares, las representaciones, los movimientos y sus afectos, y la experimentación en torno a prácticas colectivas de reparación. Por primera vez, la programación contará con artistas internacionales que presentarán sus trabajos en el marco del club.

Esta es la programación, mes a mes:

Enero: Vox Humana, de Guillermina Etkin

Febrero: Cantata para una rumia mental, de Jorge Thefs

Marzo: El desmontaje, de Jimena Márquez

Abril: Cmmn sns prjct, de Laura Kalauz y Martin Schick

Mayo: Nueva creación, de Antonio Villa

Junio: Nueva creación, de Federico León

Julio: Nueva creación, de Silvia Gómez Giusto & Aliana Alvarez Pacheco

Agosto: Mi contundente situación, de Diana Szeinblum

Septiembre: We Are Still Watching, Ivana Müller

Octubre: Intimidad de lo común, de Silvio Lang

Noviembre: Nueva creación, de Cynthia Edul & Giuliana Migale Rocco

Diciembre: Asamblea anual

Mas información sobre Paraiso Club en www.paraisoclub.squarespace.com

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