Escrita y dirigida por Juan Andrés Romanazzi e interpretada por Paula Fernández Mbarak e Iván Moschner, es una historia sencilla pero llena de detalles para disfrutar. Se presenta en El Portón de Sánchez.
Texto: Sandra Commisso/ Fotos: Gentileza Chroma Fotografía

La fórmula es simple: cuando hay un texto poderoso, una puesta en escena precisa y dos actuaciones impecables, la historia fluye, pega y genera un espectáculo maravilloso. Con esos ingredientes se puede ofrecer una propuesta de lujo, como sucede con Los secretos. La obra, escrita y dirigida por Juan Andrés Romanazzi y protagonizada por Paula Fernández Mbarak e Iván Moschner, apela a dos personajes que despiertan a la vez ternura, compasión y, como siempre sucede con las buenas historias, algo de identificación. Se trata de dos seres solitarios, ante el umbral de un tiempo que se les empieza a escurrir y que hacen lo que pueden con todo eso.
En escena, una profesora de literatura y un guardia de seguridad se conectan a través de un dispositivo remoto. La comunicación entre ellos es frágil, atravesada por los prejuicios, los mandatos de cada uno y las fantasías acumuladas por años. Casi no hay margen para un ida y vuelta, salvo en el que ocurre en la cabeza de una y otro.
A través de esta red virtual revelan sus deseos más ocultos. Pero la realidad impone sus reglas y deja al descubierto lo que están dispuestos a entregar con tal de amar. Tanto ella como él son seres despojados, de esos que el sistema ha dejado en los márgenes porque no hay allí productividad vertiginosa, belleza hegemónica y menos aún, juventud exultante.

El autor y director, uno de los nombres más interesantes de su camada, nos lleva de viaje por los vericuetos del amor en esta época de relaciones virtuales de la mano de dos criaturas que ya no tienen nada que perder (probablemente nunca hayan tenido mucho que perder) y a través de sus ojos, nos muestra los fantasmas que tenemos todos, como el temor a la soledad, al desamor y la indiferencia y desencanto.
Para eso, además de su texto y su dirección ajustados perfectamente a la historia, cuenta con dos intérpretes que hacen lo suyo como mejor saben. Y saben mucho. Paula Fernández Mbarak es la profesora de literatura que no puede perder sus mañas, que se aferra de manera algo adolescente a esa jovencita que aún quisiera ser para vivir un amor de película. E Iván Moschner, en la piel de ese hombre gris, culposo de su deseo al que reprime infantilmente y casi condenado a ser una imagen virtual en una pantalla más que un ser de carne y hueso.
Las criaturas que componen son capaces de desnudar la fragilidad humana a la hora de buscar, pedir o asomarse a eso que llamamos amor. Vienen de universos muy diferentes, apenas podrían coincidir. Sin embargo, la vida los unió en la vulnerabilidad, en la intemperie más feroz. Se podría decir que los juntó casi amontonados y a la vez, como una suerte de maldición gitana, los condenó a no poder tocarse.
Los secretos se suma así, a esa galería de perlitas increíbles que afortunadamente nos ofrece constantemente la cartelera porteña.
Los secretos con Paula Fernández Mbarak e Iván Moschner, dramaturgia y dirección de Juan Andrés Romanazzi tiene funciones los viernes a las 20 en El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034. Entradas por la boleteria de la sala o por Alternativa teatral.
