El director y dramaturgo se inspiró en su infancia en San Juan para su nueva obra «Lo tejió la Juana», donde comparte el elenco con intérpretes también sanjuaninos. Las funciones son en Timbre 4.
Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: Gentileza prensa.
La nueva obra de Ignacio Sánchez Mestre es un viaje a los orígenes, a su San Juan natal. En Lo tejió la Juana, el escritor y director propone una atmósfera en donde predominan los paisajes y atmósfera sanjuanina, en un recorrido para desentrañar cómo funcionan los recuerdos. A partir de algunas memorias personajes, la obra teje, precisamente, un universo particular en la forma de relacionarse o en la de demorarse para reaccionar, la de pedir las cosas, la de reclamarse y hasta la de querer. Para que esa impronta se reflejara de la forma más genuina, Sánchez Mestre recurrió a un elenco en el que la mayoría de sus intérpretes son sanjuaninos, confiando en ese lenguaje en común en el que se destaca, según dice el autor, «un tiempo corrido que no es un tiempo detenido pero que tampoco avanza con prisa; es un tiempo sanjuanino».

-¿Cómo describirías Lo Tejió la Juana y el universo sanjuanino que la obra construye?
-La obra es un gran tejido de recuerdos, de escenas distintas que juntas juegan y forman un todo, como la manta que aparece en la obra y que fue hecha por un montón de madres y tías conocidas de todos los que hacemos Lo tejió la Juana. Hay algo de lo personal, artesanal y también particular que sin querer se fue metiendo de alguna manera en la puesta. Me gusta pensar que la obra intenta funcionar también con el mismo mecanismo que operan en nosotros los recuerdos. Que a veces no sabemos si los sucesos fueron realmente así o es que quizás nos contamos otra historia de lo que queremos o podemos recordar. También creo que es la unión de unos personajes que no pueden solos en el estado en el que están.
-¿Por ejemplo?
-El Negro no puede deshacerse de algunas cosas relacionadas con su madre, no tiene en claro qué hacer con esa casa que la madre les dejó. Su hermano quiere otra cosa, quizás escapar, irse de viaje, pero prefiere resolver y entre los dos no pueden avanzar. Y por eso llega la Gringa, una prima sanjuanina que vive en Buenos Aires y viene con un embarazo a punto de finalizar para ayudarlos o para ayudarse ella también. Algo de cómo los sanjuaninos narran, de a qué cosas los sanjuaninos le prestan atención y también de esa manera de querer está presente en toda la obra. La incursión de personajes de otras ciudades como Córdoba o Buenos Aires hace que lo sanjuanino se resalte todo el tiempo.
–¿Cuáles son los disparadores que motivaron la escritura de Lo tejió la Juana?
-Fue en plena pandemia, algo de estar encerrados, haber sido padre poco antes y que nadie de mi familia pueda conocer a mi hijo. De repente sentí muchas ganas de volver a San Juan, donde nací. Siempre tuve sentimientos más de escape relacionados con San Juan y en ese momento sólo quería estar ahí. Sentía que era un buen lugar para estar encerrado, que si la pandemia nos agarraba allá, era mucho mejor. También quería generar un proyecto en donde pueda trabajar con mi prima actriz, Pilar Mestre. Empecé a acumular material relacionado a la infancia, a los recuerdos, a la familia, a San Juan y de a poco se fue armando el mundo de la obra.

-¿Cómo fue el proceso de selección de intérpretes de la obra?
-Mi prima ya estaba decidida desde hacía mucho tiempo y primero arranqué por el personaje del Cabezón, que es mi hermano en la obra. Tenía que ser sanjuanino y actor. A Juan Francisco López Bubica lo había conocido en una residencia en San Juan, no lo había visto actuar, sabía que bailaba y de repente en los viajes a San Juan me lo empecé a encontrar en la casa de mi prima. Es muy amigo de ella y sentí, intuitivamente, que había algo familiar en ese vínculo que tenían, así que le propuse la obra y se entusiasmó. El otro personaje sanjuanino es el de Federico Buso, que lo había visto actuar en varias obras, sabía que también era de San Juan y me gustaba que se trataba de alguien con quien tenía mucha gente en común pero no lo conocía tanto. Creo que las obras son la excusa perfecta para conocer gente y quería trabajar con él. Con los sanjuaninos me pasaba que sí o sí tenían que ser de allá porque ya había algo ganado con esa situación.
-La ventaja de tener un código en común, ¿no?
-Claro. No tenía que explicarles nada en relación a los tiempos, a la manera de estar, de ser y de encarar las cosas que tiene que ver con un tiempo corrido, más lento quizás y otra manera de encarar cualquier asunto. Con las actrices que faltaban, la más difícil era la cordobesa, que lo interpreta Paula Trucchi, y empecé a investigar actrices de Córdoba que vivieran en CABA y alguien me dijo por instagram “tenés que conocer a Paula”. La ubiqué y nos sentamos a tomar un café para conocernos y le propuse la obra confiando en su energía, sus ganas de involucrarse y obviamente en su tonada. A Maitina la conozco hace muchos años, soy su fan y nunca pude trabajar con ella, así que fue casi como un gusto ofrecerle el personaje de la porteña.
-Como autor y director, ¿qué coincidencias y diferencias rescatás de esta nueva obra tuya con respecto a las anteriores?
-Creo que esta es mi obra más personal. Tiene bastantes cosas que como autor me hacen pensar en La Savia, pero a la vez algo de lo sanjuanino que invade toda la obra la hace tan única que la diferencia del resto. Pero se trata de una obra hecha con recuerdos y en eso es pariente de esa obra. De Para partir tiene algo de lo familiar muy presente y la muerte también es un tema. En esa obra todos se habían reunido porque el padre se había suicidado, acá una casa reúne a los personajes y la que se murió es la madre. La escritura también aparece en esas dos obras de distintas maneras y acá también, pero en esta me hago cargo de que soy yo quien escribe, yo quien dirige y de alguna manera yo quien también actúa.

-¿Cómo es la experiencia de estar en todos los frentes?
-Hay un juego de esos roles que me tocan que, de alguna manera, la puesta me pedía a gritos que hiciera algo con eso. Algo de la estructura y de cómo se van uniendo las escenas y también del tiempo en la obra es bastante distinto al resto. Creo que también hay algo del dispositivo que encontramos en la puesta que la diferencia de las anteriores.
Lo tejió la Juana tiene funciones los viernes a las 21 en Timbre 4, México 3554. Entradas por Alternativa teatral.
