El periodista y fundador de la revista Anfibia protagoniza «Testosterona», que escribió junto a Lorena Vega. Su historia personal, las masculinidades y el desafío de subirse al escenario por primera vez.
Por Diego Jemio. Fotos: Gentileza prensa «Testosterona».
La expresión “poner el cuerpo” cobra real dimensión en Testosterona, de Lorena Vega y Cristian Alarcón. La obra performática sobre un niño que es inyectado con esa hormona para ser masculinizado tiene como protagonista al propio Alarcón, que vivió esa experiencia en los años 70 en Chile.
La producción integral de Cronos Lab, la productora de contenidos de la revista Anfibia, tiene elementos de teatro, danza, performance, biodrama y viñetas del universo sonoro que exploran los podcasts.
Alarcón cuenta cómo fue el desafío de subirse al escenario sin ser actor, habla del teatro y de los límites del periodismo y de un texto “construido para ser dicho sólo por el personaje real”.
-¿Cómo fue la dinámica de trabajo con Lorena Vega, que dirige y también construyó la dramaturgia con vos?
-Primero fueron encuentros dispersos a lo largo del primer año. El tema comenzó a aterrizar y a transformarse en una obra performatica más que en una performance radical, como la imaginaba yo al inicio. El teatro fue entrando al proyecto como un marco para la construccion de la dramaturgia. Luego hubo una serie de larguísimas y extenuantes entrevistas, en las que Lorena indagó mi vida como una investigadora rigurosa. No sólo indagó en la infancia sino también en las etapas posteriores de mi vida hasta ahora. Siempre con la misión de ver qué había pasado con esa masculinidad condicionada por la inyección. Además de los diálogos, hubo una exploración de archivos íntimos, fotografías, imágenes, textos y los libros que escribí.

–¿Así surgió la figura de Rodolfo Walsh, que aparece en escena?
-Termina quedando un Walsh que muestra una masculinidad heroica y combativa. Ese material comienza a transformarse en escena; la última escritura es en el cuerpo en vivo, en los ensayos… A partir de ahí construimos juntos los textos en un juego más libre.
–En un momento de la obra, aclarás: “Yo no soy actor. Soy periodista”. ¿Cuál fue el mayor desafío de subirte a un escenario para hacer una obra, que si bien tiene a Tomás de Jesús como actor invitado, recae principalmente en vos?
-En mi fantasía, yo estaba con cinco artistas en escena. Luego vino la austeridad marcial de Lorena Vega -se ríe. Y me dejó solo en escena durante meses y meses. ¡Yo clamaba por tener a otra persona en escena! Para mí el desafío fue responder a la dirección de otro. Una amiga mía tiene una frase que me gusta: “Sé hacer dos cosas: mandar u obedecer”. En este caso, he sabido obedecer. Soy un performer, no me atrevo a llamarme actor. Mi humildad es racional principalmente en este país, que es la tierra prometida del teatro. Aprendí a entender que menos es más y la ubicación de la voz, entre otras cosas.

–Creaste el Laboratorio de Periodismo Performático. Y ahora esta obra, que toma elementos del periodismo; incluso en un momento decís que la obra es una investigación periodística en proceso. ¿Te parece que el teatro puede ser una forma de hacer periodismo? ¿O quizá de mover sus fronteras?
-El teatro o el biodrama son herramientas novedosas para hacer sobrevivir a un oficio desgastado y en crisis. Cualquier auxilio en la cocreación viene a darnos una revitalización cada vez más necesaria para transformar el periodismo y lidiar con los asuntos de lo real. Testosterona es una investigación periodística en proceso. Y es un texto construido sólo para ser dicho por el personaje real. Lo que produce el biodrama es la multidimensión; logra conmover e informar desde las emociones y no desde la racionalidad epistémica del periodismo.

–¿Cómo sigue la vida de la obra?
-Tenemos dos funciones más en el Astros. La obra también merece su circulación internacional. La llevaremos a Colombia el año próximo.
Quedan dos funciones de Testosterona: lunes 25 de marzo y jueves 18 de abril. En ambos casos, a las 20 en el Teatro Astros (Corrientes 746). Entradas en la boletería del teatro o a través de la web Entrada Uno. Con Cristian Alarcón y Tomás de Jesús. Dirige Lorena Vega.
