Detrás de escena

Ana Scannapieco y Lisandro Penelas: las dos caras de compartir la vida y el trabajo

La pareja protagoniza «Familia de artistas» en el Camarín de las Musas, el último de proyectos de muchos que los une y cuentan cómo es trasladar esa experiencia al escenario.

Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: Gentileza prensa.

Familia de artistas es la continuidad de una búsqueda de trabajo de la dupla creativa Amantes Teatro, luego de El tipo y El amante de los caballos. En este juego Ana Scannapieco y Lisandro Penelas intercambian roles de actor/actriz y director/directora. Para Familia de artistas se suma al equipo Ana Lidejover desde Capilla del Monte, con quien ya habían compartido diversos proyectos. El ida y vuelta Buenos Aires – Córdoba le imprime un ingrediente singular generador de una dinámica experimental, la distancia es un obstáculo y un impulso. Tanto es así que en noviembre de 2022 fueron elegidos entre más de cien propuestas de todo Latinoamérica para participar de la Residencia de Creación del Teatre Nu de Sant Martí de Tous, Cataluña, España, hacia allí viajaron para culminar el proceso creativo.

Como en un juego de cajas chinas, Ana y Lisandro en Familia de artistas, son una pareja de actores que comparten la vida y el escenario. Las ficciones que los atraviesan se funden y el teatro se derrama en los días junto a sus hijos. Cosas simples, dice Teseo en su carta a Ariadna, son las que tejen nuestro destino.

-¿Qué es lo que más disfrutan de hacer Familia de artistas?
Lisandro: Lo que más disfrutamos es trabajar el uno con el otro. Ambos veníamos de hacer funciones en unipersonales y estar con otro en escena es muy energizante y tranquilizador a la vez. Nos divertimos mucho juntos. La obra está estructurada por escenas con un texto fijo y muy complejo y otros donde hay momentos casi de improvisación y nos encanta la conexión con la que nos encontramos en escena. Además de que la obra nos convoca desde lo personal ya que muchas escenas fueron cocreadas entre nosotros y la directora, Ana Lidejover, en base a experiencias propias tanto de la crianza como de la creación artística, y eso la hace muy especial.

-¿Cómo fue la experiencia de crear esta obra en España?
Ana: Fue increíble. Estábamos ideando el proyecto, trabajando con distintos disparadores y un día Ana Lidejover, la directora, nos muestra una publicación de Instagram donde convocaban a una beca de creación en San Martín De Tous, un pueblo cerca de Barcelona. El proyecto tenía que contener el universo de las leyendas, que era justamente uno de nuestros disparadores. Nos presentamos con toda la ilusión pero a la vez con la sensación de que probablemente, como pasa muchas veces, no íbamos a quedar. A los pocos días nos respondieron que habíamos quedado seleccionados entre más de 100 proyectos. Fue una alegría, una emoción que no podíamos contener. Al principio no lo podíamos creer. Era una situación ideal porque la beca incluía los pasajes, la estadía y la posibilidad de estar los diez días abocados a la creación, una circunstancia que es muy difícil de lograr, con todas las actividades que tenemos cotidianamente.
Nos embarcamos en noviembre de 2022 y nos encontramos en Teatre Nu, un teatro hermoso en un pueblo de cuento, con gente muy amorosa y muy apasionada. Con una manera de trabajar muy parecida a la nuestra. La sincronicidad fue automática. Fueron diez días donde hablábamos de la obra en el desayuno, ensayábamos, almorzábamos hablando del ensayo, volvíamos a ensayar, cenábamos hablando del universo de la obra. A la noche leíamos libros sobre temas afines. Fue una experiencia única que ninguno de los tres había experimentado antes. Fue un viaje en sí, implicó estar con el proceso de creación a flor de piel, con esa incertidumbre por momentos, esa sensación de abismo y a la vez esa intuición propia de esos momentos. Y sentimos que la obra porta esa manera de haberla construido.

-En la obra hay momentos de mucho humor y otros que conectan desde lo emocional, ¿cómo les resulta los diferentes colores que deben transitar la obra?
Lisandro: Es muy divertido para actuar, porque el material nos obliga a pasar por muchos registros actorales. Con Ana y la directora fuimos buscando que esos universos se cruzaran sin hacer fuerza. Y eso es muy atractivo para actuar, porque nos lleva a estar en un ejercicio de imaginación constante de ir y venir entre los mundos que propone la obra. Pasamos muy rápidamente de ensayar una escena griega escrita por Ovidio a charlar sobre las tostadas quemadas, ser niños o intentar representar el universo de los Selk’nam. Y como la obra se fue creando junto con la actuación, esos pasajes se dan de manera muy natural porque enseguida encontramos esos cuerpos y esas imágenes que nos transportan.

-¿Cómo es trabajar con la pareja? ¿Qué proyectan como dupla creativa?
Ana: Para mí, trabajar con Lisandro es garantía de que me puedo tirar a la pileta tranquila porque sé que hay un colchón que me va a sostener siempre. Hay mucha confianza y eso, para el juego teatral, es fundamental. Es un gran placer poder compartir el escenario con alguien a quien admirás, que te hace tentar en escena de lo presente que está. Por otro lado, la complejidad a veces es la invasión del trabajo en la vida cotidiana. A veces nos tenemos que poner un límite para dejar afuera el trabajo cuando queremos descansar.
Lisandro: Trabajar con Ana es hacerte las cosas fácil. Si fuera fútbol es de esos jugadores que te da todos los pases bien y te hace mejor jugador cuando estás al lado. Cuando las cosas fluyen es muy hermoso y placentero. Cuando hay algún problema, lo difícil es que el compañero de escena con el que te fuiste medio mal de un ensayo, vive en tu misma casa… Pero por suerte nos pasa poco.
Ana: Como dupla creativa, proyectamos este año hacer una gira por España, para presentar Familia de Artistas, en Teatre Nu, que la vio crearse, y en Labadabadoc, en Barcelona. También proyectamos funciones de El tipo (obra que dirijo y en la que actúa Lisandro) en España y volver a Moscú Teatro en junio. Y también voy a dirigir a Barcelona una obra de Lisandro, con actores de Barcelona. Y estamos en etapa de preproducción de una obra sobre la heladería Scannapieco para fines de 2024. Va a ser un año muy enriquecedor, con nuevas experiencias y aventuras.

Familia de artistas: Domingos a las 19.30 en Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Entradas por Alternativa Teatral.

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