Entrevistas

Laura Eva Avelluto: «La muerte es un lugar para comenzar de nuevo»

Edelma, una singular mujer de sesenta años, se va a Tigre para despedir los restos de su marido muerto. Pero nada será así de simple para el personaje de Cecile Caillon en la nueva puesta de Laura Eva Avelluto que acaba de estrenar en El Extranjero.

Texto: Redacción Todo Teatro. Fotos: gentileza prensa.

Debería llamarse Rosa Furia comienza con el personaje de Edelma, una mujer de sesenta años, espiando a sus vecinos en una casa de veraneo en Tigre. Mientras observa a los fogosos vecinos, se despide de los restos de su marido que están en una bolsa de plástico. A medida que la trama avanza, la tensión con su marido y con los jóvenes vecinos crece hasta hacerla estallar. «Edelma es una mujer muy intrigante. Por un lado, tiene un espíritu salvaje y curioso, pero por el otro es una mujer que vivió ocultando parte de su esencia. A partir de la muerte de su marido, irá descubriendo que hay otra Edelma desconocida y lista para salir a la luz. En sus propias palabras, ella cree que la gente la ve como ‘una mujer que no mata ni a una mosca’, pero en realidad, hay una mujer intrépida que a sus sesenta años descubre que todavía queda mucho por vivir», nos cuenta la dramaturga y directora Laura Eva Avelluto.

El personaje de Edelma tiene interacción con sus perros y con los restos de su marido muerto. En estas intervenciones ella irá desplegando sus deseos y sus recuerdos mientras avanza la intriga sobre él vínculo de ella con su marido. Por otro lado, ella registra todo lo que hacen los vecinos en un grabador. Observa y detalla todo lo que ve. Este recurso permite mostrar la obsesión del personaje de Edelma por sus vecinos y a la vez, permite conocer lo que está sucediendo en el afuera. Ella intenta hacer una despedida mientras hace tai chi, limpia su rifle y arma una suerte de altar para su difunto esposo. «La idea de la muerte está flotando todo el tiempo en la obra. Avelino, el marido de Edelma está muerto y es con quien interactúa ella durante todo el fin de semana. Si bien él es el que murió, ella está reflexionando todo el tiempo sobre su propio miedo a la muerte y sobre la vida que no vivió y que podría vivir. Todo en un tono cómico, pero se deja entrever todo el tiempo la posibilidad de la muerte como un lugar para comenzar de nuevo», agrega Laura. «Ella comienza su viaje al Tigre el viernes y planifica quedarse todo el fin de semana hasta el domingo. Comienza organizada y con la idea de llevar a cabo un ritual de despedida, pero la interrupción de sus vecinos fogosos y su propia incapacidad para despedirse hacen que termine sin poder concretar eso que fue a buscar. Es un fin de semana muy agitado y cansador, pero que la transformará para siempre. El final de la obra se vuelve un poco onírico y termina con una imagen muy hermosa de ella, donde la vemos plena y energizada».

El monólogo de Debería llamarse Rosa Furia tiene una estructura fragmentada. Observamos al personaje de Edelma durante ese fin de semana y cómo se va transformando desde el inicio del viaje hacia su final. Las escenas van avanzando de manera elíptica mostrando las diferentes facetas del personaje con sus pensamientos, miedos, fantasías y confesiones. «A Cecile Caillon la conozco hace años. Ella estuvo en mi primera obra como directora La niña jamón y desde ese entonces somos amigas. Hacía rato que yo le prometía que le iba a escribir un monólogo y finalmente se dio. Lo comencé a escribir sabiendo que ella lo iba a actuar. Ella no tenía mucha idea sobre que iba a tratar, pero confió en mí y recién una vez que lo terminé, se lo di a leer y ahí decidimos empezar a ensayar. Trabajar con ella es fantástico porque además de ser una actriz tremenda, es una gran compañera que se involucra al cien por ciento en el proyecto y le pone amor, dedicación y energía. Para ensayar un monólogo es clave que se genere esta dinámica de trabajo y que sea un proceso amoroso y vital, si no se volvería algo imposible», concluye Avelluto.

Debería llamarse Rosa Furia se presenta los domingos a las 20.30 horas en El Extranjero, Valentin Gomez 3380. Entradas en venta por Alternativa Teatral.

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