Entrevistas

Jorgelina Aruzzi: «El humor es la puerta de entrada del drama»

La actriz sube al escenario del Astros para interpretar «Animal Humano», un unipersonal que escribió junto a Guillermo Cacace, quien la dirige. Se presenta los martes de noviembre y volverá el año que viene.

Texto: Sandra Commisso. Fotos: gentileza prensa.

Basado en un caso real, Jorgelina Aruzzi vuelve a escena con un unipersonal que también es de su autoría, en conjunto con el director Guillermo Cacace, para encarnar el tormento de una mujer que es el blanco de los prejuicios del barrio. Una vez más, en Animal Humano, el drama es atravesado por el humor que toca aristas desopilantes.

-‘Animal Humano’ es un proyecto que ya tenían con Guillermo hace tiempo, ¿cómo fue el proceso?
-Este fue mi primer unipersonal, es del 2001 y me abrió la puerta a otros unipersonales que escribí sola, Este lo escribimos con Guillermo. En ese momento era sobre una noticia real, un hecho que había pasado en Lanús, de donde es Guillermo, de usobre una mujer que había tenido un problema con el perro, que es lo que se va develando durante la obra. La obra se llamaba Doméstico y la hicimos en varias salas. Después, durante más de 20 años quedó ahí y hace poco nos convocó, por distintos lados, Andrea Stivel, productora del Teatro Astros y surgió la idea de volver a hacer este unipersonal.

-En estos más de 20 años cambiaron muchísimas cosas.
-Un montón, No existían las redes sociales, por ejemplo. Yo no era vegetariana, y entonces también me dieron muchas ganas de ir por ahí, así que lo reescribimos. O sea, dejamos la anécdota base, conserva cosas del anterior, por supuesto, pero con toda nuestra sabiduría de hoy.

-Es que 20 años es un montón de tiempo y ustedes también han cambiado desde entonces.
-Sí, sí, claro. Es toda mi carrera hasta hoy, porque, ya te digo, fue lo primero que hice como unipersonal, antes había hecho otras cosas, pero el cope con el unipersonal viene de este material, antes era Doméstico y hoy, Animal Humano.

-Hasta el cambio del nombre da como una pauta de época también, ¿no?
-Exacto, la amplitud. Ella, el personaje, está atravesada por lo que estamos atravesados todos hoy, que es por el exceso de información. Más allá de lo que le pasó y quedó cancelada por los vecinos, ella ahora entiende que está cancelada porque está en las redes. La red lo que hace es volver a formar una opinión sobre lo que le pasó, también abriendo el espectro de los animales. Ella se pregunta por qué hay animales que criamos como hijos. como domésticos, y otros que sin ningún tipo de impunidad, nos los comemos. Sabemos que son seres sintientes y todo, pero hay algo que no vamos a sacrificar por ese amor.

-El amor llega hasta ahí.
-Un poco es lo que también a ella le pasa, no tienen empatía con ella. En parte lo que yo quise contar además, tiene que ver con eso, con cómo en esta época nos lleva a formarnos una opinión de todo. A mí como actriz me pasa que en las entrevistas me preguntan desde cómo veo el país, cómo veo la ley de salud mental, cosas que yo como mamá o ama de casa puedo opinar, como actriz puedo opinar, pero no como especialista.

-Tenés tu opinión personal, como cualquier ciudadano, si el tema te interesa
-Tengo un tipo de información y mi opinión. Sí tengo obviamente mis principios, ¿no? Eso sí, pero muchas veces, es como que estás obligado a formar opinión y juzgar acerca de un tema o una persona.

-¿Cómo se traslada eso a la obra?
-Se habla bastante de eso, Que es lo que queríamos con Guille, y él insistió mucho en de qué manera lo contaba, Porque es un grotesco que tiene mucha verdad, tiene mucho humor, pero también es tremendo.

-¿Lo grotesco ayuda a narrar lo tremendo?
-Si, me parece como una palabra clave para, abordar un poco ese tipo de humor que es por ahí más crudo.

-¿Para ciertos temas resulta más eficaz?
-Sí. es como la puerta de entrada. Para mí el humor es la puerta de entrada del drama, ¿no? Hay como una manera de ponerlo al espectador del lado del personaje con el humor, entenderlo, generarle empatía, y es un agridulce. Además, el personaje es una mujer más grande de edad y mucha gente me decía, la vi a mi mamá, pero también creo que todos estamos en eso, ¿no? Por otro lado, vino mi hija, que tiene 14 años, y me dijo, ahora entiendo que el humor tiene que ver con conocer cosas, porque veía que había chistes que se reían los viejos.

-Cuando vos escribiste esto, faltaban seis años para que naciera tu hija.
-Tal cual. Por ejemplo, ser vegetariana, es un poco gracias a su mirada también. Las generaciones más jóvenes tienen, en algunos temas, un poco más de conciencia, y está buenísimo, aprender un poco de ellos también. Además hay algo que tiene que ver, lo que digo, en este sentido con la relación con los animales es lo más cercano a la relación que tenemos con la naturaleza.

-Sobre todo para los que vivimos en la ciudad.
-Exacto. Entonces, bueno, esto ¿con quién empatizamos? ¿con el caniche, con el perro?, como lo tenemos ahí cerquita, lo consideramos hijo, pariente, parte de la familia, pero después otros animales por ahí como que no los vemos o no los queremos ver. Igualmente acá, como sucede siempre en la ficción, no juzgamos. Para nada. No se juzga, al contrario, ella está confundida con el concepto de animales cercanos. No nos ponemos en ningún pedestal para nada. Nosotros solo planteamos la pregunta.

-¿Cuál es la pregunta básica de la obra?
-Creo que la obra plantea muchas preguntas, y pensemos que todo cambio cultural es gradual. Entonces se está hablando de un cambio cultural con respecto a los animales, la ley de los sintientes, y es un punto de partida. Esto no implica que si empatizo con un animal, no empatice con las personas que duermen en la calle. Pero bueno, sí hay algo raro con respecto a, no sé, capaz que alguien ama mucho a los perros, a los gatos y no se come un buen bife de chorizo, sin ninguna culpa, porque no lo ve como una vaca, lo ve como un bife de chorizo.

-Con Guillermo Cacace, ¿dónde se conocieron?
-Yo lo conocí a través de Eugenia Guerty, hice un curso con él de autogestión, algo que a mí siempre me interesó, aprendí mucho y empecé a tener las herramientas para hacer algo propio.

-Tu faceta de dramaturga la conocemos desde hace menos tiempo porque la actriz ocupó casi todo el espacio profesional tuyo, pero estuvo siempre.
-Si, ahora está más desarrollada pero siempre creé mis cosas como Madre Impalpable o Carmen en la Cruz. Después sí me fui soltando más como con Pura sangre, aunque ahi escribí y dirigí y la que actúa es Griselda Siciliani.

-En este caso, con Animal Humano, dirige Guillermo pero ¿está bueno escribir y actuar también lo que escribiste? Abordas de otra manera el personaje cuando lo escribís vos?
-Sí. está mucho más trabajado, más pensado. y sé que quiero ir por ahí artísticamente. Cuando me dan una obra que no es mía o que tiene cierta estructura comercial, bueno, vas a hacer lo que está pautado para escribir. Pero si no, siento que estoy contando algo y todo es más creativo, más propio.

-Y sumar una mirada externa, en este caso, con un director que no sos vos, además.
-Me gusta la mirada de afuera. A mí me encanta, me hace crecer, me lleva a lugares hermosos, y más con un director como Guillermo, confío mucho, él trae sus cosas también nuevas a todo este proyecto después de tanto tiempo.

-Qué interesante volver a reunirse, después de tanto tiempo, con mucho crecimiento para ambos, en lo profesional y en lo personal.
-Muchísimo, sí. Es como lo mismo para mí. No es que sean cosas paralelas, uno crece en lo profesional y en lo personal, a la par. A este proyecto también lo pensábamos como una fiesta. Para mí es como una fiesta, después de tanto tiempo, volver a hacer lo mismo, de otra manera. Y encontrarme con el público desde un lugar más auténtico.

-El personaje de la obra tiene un vínculo un poco border con los animales, justamente en este momento en que, por un personaje muy público, eso está muy expuesto a la opinión pública, ¿la ficción se adelanta a la realidad, una vez más?
-Tal cual, lo que tiene el teatro, la ficción en general, es de pronto hablar de la actualidad y así como si fuera mágicamente, se juntan y a veces se supera. Hay cosas que, si las hacés en la ficción, decís, no, esto es mucho pero después….

-Antes hablaste de las redes sociales, algo que incorporaron a esta nueva versión de la obra. ¿Cómo es tu vínculo con las redes?
-Creo que es importante hablar de eso, si sirven para estar más conectado, más informados o no. Pero después todo lo que se deriva de ahí es donde está la cuestión, los prejuicios sobre todo y muchas verdades entre comillas. A mi me pasó, por ejemplo, que en Instagram vi que la palta se ponía en agua y se conservaba mejor y lo hice. Y una semana después vi a la misma chica que pedía disculpas y pedía que no hicieran eso porque no sabía que podía dar salmonella. Entonces hay algo de la verdad absoluta que genera angustia simplemente porque, no sé, un día de sol estás en tu casa viendo gente en la playa.

-Y todo muy artificial, además.
-Así es y genera mucha ansiedad, es como lo contrario la verdad, es un efecto de ampliar cosas horribles. Por eso, es mi opinión, pero me parece que por ahora, es más lo desventajoso que lo ventajoso. Pasa lo mismo cuando ves una foto tremenda de la guerra y te aparece de nuevo y cuando la viste 30 veces, ya no te produce el mismo efecto y ya es una foto más de la guerra, ¿no? entonces, para mi hay algo de la red que es muy peligroso y que bueno, todavía no sabemos cuán peligroso es.

-¿Cómo ves la actividad teatral en este momento?
-Me parece que está bastante bien y ojalá que siga siempre así. Y creo que tiene un poco que ver con el salir de este mundo irreal de las redes, justamente, y ver algo que esté pasando realmente. Por otro lado, también hay algo fundamental que tiene que ver con la ficción nacional, la gente quiere ver ficción nacional por más que a veces las obras de la cartelera sean traídas de afuera, hay una adaptación, y los actores y actrices son argentinos. Por eso creo que es un error no producir ficción nacional, que es nuestro patrimonio cultural que es lo que nos identifica. Y el teatro teatro refleja eso.

-Además, hay muchísimas propuestas y muy variadas.
-Por supuesto, no está solo el teatro comercial, hay muchas cosas más accesibles y el nivel siempre es muy bueno. Esta obra, además, producimos nosotros con Guillermo, y eso es un orgullo también.

-En este momento complicado del mundo, hay que aferrarse a eso más que nunca, ¿no?
-Sin dudas, si afuera en las calles pasa todo lo que ya sabemos bueno, ir un rato al teatro, a ese encuentro. a ver una historia no importa cuál historia, lo que sea, es necesario para pasar un buen momento presente. Una vez escuché una frase y me encanta y dice que no te buscan a vos los buenos momentos hay que generarlos, generarse buenos momentos y para eso hay que salir.

Animal Humano, con Jorgelina Aruzzi, con dirección de Guillermo Cacace, los martes de noviembre en el Teatro Astros, Av. Corrientes 746.Entradas a la venta en boletería del teatro o por www.teatro-astros.com 

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