Emiliano Díaz protagoniza, junto a Sol Rodríguez Seoane, la obra «Enamorarse es hablar corto y enredado», de Leandro Airaldo. Lleva más de 250 funciones a sala llena con una historia bella y sencilla, pero profunda.
Por Diego Jemio. Fotos: Gentileza prensa.
En el teatro off porteño hay un pequeño fenómeno. Una obra de teatro que se estrenó hace seis años y que lleva 250 funciones. En apariencia, todo es mínimo. Un banco de plaza en el que se encuentran un hombre de campo y una mujer. Una historia pequeña. Una de amor.
Todo eso es Enamorarse es hablar corto y enredado, escrita y dirigida por Leandro Airaldo, protagonizada por Sol Rodríguez Seoane y Emiliano Díaz.
Díaz interpreta al gaucho enamorado; un hombre de pocas palabras que va tejiendo con paciencia algo tan simple y poderoso como una conversación. El actor cuenta la magia de esta obra, que semana a semana llena la sala del subsuelo de El Camarín de las Musas. Y qué aspectos nuevos le va descubriendo con el correr de los años.

¿Recordás cómo fue el estreno? ¿Pensaste en aquel momento que la obra se iba a convertir en este éxito?
Estrenemos el 17 de agosto de 2017. Veníamos de dos años de macrismo, con una cosa rara en el ambiente. No la mostramos mucho antes del estreno. Después de la primera función, noté que la gente iba a empatizar con el material por la profundidad y la sensibilidad. Es una historia simple y profunda a la vez, que toca temas universales. Es muy loco lo que pasa con la obra; algo fuera de lo común.
Es interesante eso que decís de la simpleza y la profundidad a la vez…
Es una historia romántica, pero también a obra habla de la muerte, de la vida, del amor, de la paternidad, de las imposibilidades, del deseo… No son personajes superficiales: son profundos y con todas sus imposibilidades para expresarse no por falta de sentir sino por saber decir.

También la conversación. No deja de ser una obra sobre ese pequeño arte.
Es que somos eso: animales de lenguaje. Somos sujetos porque podemos verbalizar lo que nos pasa. Ahí arranca la civilización. En este caso, muestra la traba de los personajes y la imposibilidad de ser claros.
Hace poco cumplieron las 250 funciones. ¿Cómo te llevás con la repetición?
El teatro es repetición. Leandro (Airaldo) está en todas las funciones y siempre estamos pudiendo y agregando alguna cosita. No es un material estanco ni muerto. En el juego, en el hacer y en el sonar estamos buscando todo el tiempo sino sería aburrido. La idea es no dormirse y siempre buscar la chispa. Soy un agradecido por estar transitando este viaje.

También estás con otras obras para navegar por aguas distintas…
Estoy con el unipersonal En carne viva, de Mónica Maffía, que habla de la contaminación ambiental a partir de la ruptura de la cuarta pared. Y con Algo cercano a la felicidad, de Claudio Mattos, que habla del vínculo de una pareja que se encuentra con un amigo. Soy un agradecido de este laburo, de ser un obrero del teatro. Con Enamorarse… , por ejemplo, pasó algo muy hermoso de unión entre lo profesional, lo artístico y lo personal. La clave es avanzar rompiendo los egos y priorizando el laburo.
Enamorarse es hablar corto y enredado se puede ver los sábados, a las 20.30. Emiliano Díaz también actúa en En carne viva, que realiza funciones los domingos, a las 18, y en Algo cercano a la felicidad (viernes a las 22.30). En todos los casos, las funciones son en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960).
