Entrevistas

Un puente de nuevas dramaturgias entre Argentina y España

Gracias a un acuerdo entre Argentores y SGAE, comenzó un ida y vuelta entre Argentina y España, para apoyar y dar a conocer nuevos nombres de autores y autores de ambos países que, a partir de ahora, se dará de forma anual.

Texto: Sandra Commisso. Fotos: Adriana Viggiani/Argentores

Miguel Ángel Diani y Antonio Onetti, Presidentes de Argentores y SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España), presentaron recientemente un Ciclo de Intercambio Autoral nacido de un convenio entre las dos entidades, para dar a conocer obras teatrales españolas en Argentina y obras argentinas en España.

El inquilino, de Paco Gámez; El cuaderno de Pitágoras, de Carolina África y Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, de María Velasco son las obras españolas presentadas recientemente en Buenos Aires mientras que, por el lado de los argentinos, los encargados de llevar sus textos a Madrid, en noviembre próximo, son: Enrique Papatino, Mariano Saba y Alberto Moreno.

Este intercambio autoral entre España y la Argentina tiene la intención de continuar y que se produzca de manera anual, a partir de ahora, según cuentan en esta charla, Diani y Onetti.

Diani: La idea nació en un almuerzo de trabajo en donde coincidimos en Madrid con Antonio y conversando sobre la problemática del autor, él propuso esta idea vinculada sobre todo al fomento del autor joven, a la nueva dramaturgia de ambos lados del Atlántico. Por eso enseguida nos prendimos con la idea. Por suerte, no quedó en la nada y se concretó.

Onetti: Ambas instituciones, cada una en su país, hacemos muchas cosas por nuestros autores, más allá de la función principal es recaudar y repartir. Por eso pensé que merecía la pena, ya que para Argentina, España es la puerta de Europa y para España, Argentina es la puerta para Latinoamérica, que pudieramos unir esfuerzos y ampliar el territorio en el que estos nuevos autores se puedan mover. En ambos países ya hay muchos autores del otro país que conocemos pero hay muchos otros que están en ese momento justo en que necesitan un empujón: tienen la experiencia y el saber hacer pero hace falta ayudarles con un pequeño salto para llegar a ser más conocidos fuera de su país.

-Qué bueno, sobre todo aprovechando el gran intercambio teatral que hay entre Argentina y España, esta propuesta le suma y enriquece ese ida y vuelta. ¿Cómo seleccionaron a los dramaturgos y dramaturgas para este primer intercambio?

Diani: Todos los años se otorgan varios premios. Y buscamos, entre los premiados de los últimos cinco años quienes nos parecían, según el Consejo de Teatro, cuáles eran los que podían representar a la dramaturgia de esta etapa a nivel local. Es un recorte, claro, pero por lo menos para empezar. Son todos autores premiados por jurados externos. De ahi salieron los tres primeros y luego otros que se irán sumando más adelante.

Onetti: En nuestro caso fue algo similar porque tenemos premios a textos y otros, como los Max, a espectáculos ya armados. Lo que hicimos fue montar una comisión con expertos para seleccionar a los elegidos. También tenemos una iniciativa similar para enviar a otros autores a otros países de Europa. Son universos diferentes pero intentamos sacarle el mayor rendimiento a esos autores que están como en su momento justo para terminar de salir a la luz.

-Cuáles son las temáticas o las caracteristicas, si las hay, de esta nueva dramaturgia, en este momento, tanto en España como en Argentina.

Onetti: En España, formalmente, es muy ecléctico. Hay textos más tradicionales, de cierto realismo, digamos, hasta textos que están más cerca de otras expresiones artísticas como la danza, las artes plásticas. Porque si lo que hay como caracteristica, entre los que tienen digamos alrededor de 40 años, y es que ya tienen una experiencia escénica. Muchos son también actores o directores, dirigen sus propios textos y también a otros autores, entonces sus textos son pensados con esta dinámica. Desde los contenidos, destaco que todos son muy comprometidos socialmente, muchas veces, en lo social desde la experiencia individual.

Diani: En la Argentina es bastante similar y también el panorama es más bien ecléctico. Ahora se trabaja bastante en esto de la prosa dentro de la dramaturgia, mezclar los géneros, con mucha imagen, al menos lo vimos bastante en los textos españoles. En nuestro caso, vemos más investigación ligada a la imagen. Pero claramente hay un fenómeno de dramaturgos y dramaturgas dirigiendo sus obras, no solo por la necesidad de plasmar el espectáculo de determinada manera en que fue concebido. Y coincido en lo que dice Antonio sobre el compromiso social reflejado en historias individuales, incluso personales. Incluso más, mezclar vivencias de su mundo intimo con lo social, una suerte de autoficción.

Onetti: es que creo que finalmente siempre escribimos sobre nosotros mismos aunque los personajes sean otros, supuestamente, lejanos.

-Tal vez sea una característica muy de esta época, por un lado, lo ecléctico que destacan ambos y, por otro, los géneros más superpuestos y la multitarea de los autores también como actores y/o directores. Esto sumado a ese compromiso social tamizado por la experiencia ineludiblemente subjetiva. Tal vez hay algo de este mundo globalizado que, por fuera de circunstancias diferentes, nos une más que nunca. ¿Qué opinan de eso?

Diani: Algo de eso hay, sin dudas. Además, la problemática de los dramaturgos y dramaturgos hoy en dia, es igual en todos lados. Lo mismo pasa con el mundo audiovisual. Y el camino del héroe del autor para llegar adonde quiere, es el mismo en todos los países.

Onetti: Es que la globalización nos iguala finalmente. Uno va por la calle en Madrid, Buenos Aires, París y ves las mismas tiendas, por ejemplo. Aquí, estando en la entidad de Argentores, con autores argentinos, autoridades locales y con un público porteño, me sentía igual que en España. Y esto es porque compartimos la misma tradición en cuanto al trabajo con los autores. Es como estar en casa, como si te adopta una familia argentino. Eso te hace empatizar enseguida.

Diani: Es que hablamos el mismo idioma, más allá del propio idioma que es el mismo, en todo sentido. Incluso con Antonio descubrimos que, ambos empezamos en este mundo artistico como actores, luego pasamos por la dramaturgia teatral, luego a escribir para televisión y cine y terminamos los dos como presidentes de las entidades de gestión Todo sin conocernos.

-Hay caminos que indefectiblemente, parecen destinados a cruzarse en algún momento.

Onetti: Claro, pero además, somos muchos los que hemos hecho un camino parecido. Recuerdo que, cuando yo empecé a escribir, había muchos autores que eran mayores que no habían tenido suerte con sus obras por la censura de la época franquista y nunca habían estrenado. Pero solo aspiraban a que sus obras se montaran en el Centro Dramático Nacional. Era a tope, a todo o nada. Nosotros, los de mi generación, que teniamos veintipico decíamos, no van a estrenar nunca, en cambio nosotros nos autoproduciamos, trabajabamos con actores, en salas pequeñas y luego a partir de ahi, creciendo. Eso permitió que la gente nos fuera conociendo.

Diani: Esa forma de trabajar y entender la dramaturgia, de un tiempo a esta parte, es lo que ha permitido conocer tanta cantidad de textos, al menos en el circuito independiente, el off. Ante eso, por suerte, el Estado acompaña, desde el INT o Proteatro se busca alentar esa producción. Y entre tanto material, aparecen muchas cosas interesantes que, a la vez, permiten que sigan surgiendo más y más propuestas más nuevas.

-Como un gran semillero que se retroalimenta en constante cambio y producción.

Onetti: Es España sucede lo mismo, ya no existe esa imagen del autor en su torre de marfil, escribiendo y esperando que no le cambien ni una coma.

-Ha cambiado el paradigma, sin dudas.

Onetti: Y ha sido muy bueno para el teatro, en general. Los de mi generación, que empezamos a estrenar antes de los 30, ahora con 60 y pico, ya estamos en el «mainstream» con sus obras que funcionan, porque ha sido un crecimiento paulatino.

Diani: Este proyecto justamente apuntala esa idea, generando redes, algo fundamental hoy, sobre todo para el desarrollo de los más jóvenes. Y lo mismo creo que sucede con la gestión, porque es algo que se aprende con el tiempo, viendo cómo lo hacen los demás. Hoy en dia, nadie trabaja solo en ningún sentido. Y es fundamental para crecer. Creo que estar cerca del autor, en cada una de sus etapas, es parte de lo que debe formar parte de una gestión.

Onetti: Seguir el ciclo del autor: formación en la juventud, llegada cierta madurez necesita promoción y luego, a veces, en la vejez, muchos necesitan ayuda de distinto tipo. En nuestras instituciones no trabajamos con el instante sino con el ciclo vital, largo, con la rueda que va cambiando también con cada generación.

Diani: Es el ciclo de la vida y lo perverso del sistema a la vez; formar a quienes nos van a reemplazar. Pero es la lógica y forma parte de la gestión colectiva que hay que llevar adelante. Por eso también es tan importante la formación en este tipo de gestión de los más jóvenes. Sobre todo porque, ya sabemos que el autor, en esta rueda, es bastante maltratado.

-Bueno, de hecho, se está dando una huelga histórica de guionistas en Hollywood.

Diani: Así es, casi como decir de la fábrica madre de donde salen miles de guiones exitosos y tienen que hacer huelga para que los reconozcan porque somos el hilo más fino por donde se corta todo. Por eso, es necesario estar presentes a lo largo de todo el ciclo. Y en vez de formar gente que te reemplace sino que te acompañe.

-Los que abrieron camino, siguen sumando su mirada

Onetti: Tal cual y cuando uno de esos mayores que ahora están como segundo plano, dicen algo, pues, es como una epifanía. Y ahí recuerdas porqué están ahí y que hay que cuidarlos.

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