Detrás de escena, Entrevistas

Sergio y Federico Vega completan el álbum familiar de «Imprenteros»

Son los hermanos de Lorena Vega, la creadora del biodrama, y participan de la obra contando su historia. La herencia del oficio de gráfico, la primera experiencia teatral y las instrucciones de la hermana actriz.

Por Diego Jemio. Fotos: Gentileza prensa «Imprenteros».

“Imprenteros. De Lorena Vega y Hermanos”, dice el cartel que anuncia el espectáculo. La tipografía emula la de algunos negocios familiares. La historia del biodrama no es otra que la de los Vega. El papá de Lorena fue imprentero, dueño de un taller gráfico en Lomas del Mirador. Un tío estuvo vinculado al sector. Y dos de sus hermanos también, que tienen participación en la obra.

Sergio Vega, que actualmente se dedica al negocio gráfico, se sube al escenario como entrevistado de su hermana y como un fusible al pasado. “¿Cómo era papá como gráfico?” le pregunta su hermana Lorena en un pasaje de la obra, que se estrenó pensada para cuatro funciona y se convirtió en un hit teatral que lleva tres años en cartel.

Federico Vega, contador de profesión, tuvo un pasado como imprentero en el taller de su papá y en otros trabajos. Y se sumó a la obra con una deliciosa entrevista grabada, en la que habla del oficio con cierta lejanía, que no hace otra cosa que confirmar cuánto fue marcado por esos años en el taller familiar.

“Lore me invitó a un taller que hacía con Vivi Tellas para una entrevista delante de sus compañeros de curso. Eso es lo que, finalmente, hacemos en la obra. Cuando comenzamos, jamás pensamos que iba a durar tres años. Cuando nos citó a todo el elenco, ella ya tenía la obra en la cabeza”, contó Sergio, que le agarró el gusto a la actuación y tomó clases con Osqui Guzmán y Felicitas Kamien.

Lorena Vega en una escena de «Imprenteros» contando la historia de su papá.

Cuenta que arriba del escenario descubrió un “vaivén de emociones” sobre la historia familiar. “La obra toca fibras íntimas de la historia. En todas las funciones, paso por emociones lindas y feas. A veces, siento un poco de angustia y dolor, pero es lo que toca vivir”, cuenta.

Lorena le dio un consejo que resultó clave para Sergio: sé libre. “Me decía que me de la posibilidad de sentir, que me emocione o que me angustie. En fin, que no esconda nada. Y que trate de ser lo más Sergio posible. No tenía que actuar de algo sino hacer de mí. Entonces, trato de ser lo más yo en cada función. Intento estar lo más puro posible el día de la función: descansado, bien e intento no cargarme con cosas durante el día. Cuando empecé a hacer el segundo mes de funciones, ya le agarré el gustito a la sala llena, los aplausos y los halagos”.

Cuando le preguntan a Federico Vega si hizo teatro alguna vez, él contesta con un chiste. “¿Cuentan las horas en el colegio?” Sin embargo, dice que nunca le fue ajeno, a raíz de su hermana actriz. Y que tenía un vínculo fuerte con el teatro como espectador. Cuando Lorena lo invitó a participar -todo está documentado en la obra-, Federico le dijo que ya tenía suficiente con Sergio. Y sólo aceptó hacer una entrevista en video. “A cambio de una cena en La Cabrera”, acota Lorena.

Sergio, Lorena y Federico Vega.

“La entrevista fue sin red. Lorena me dijo: ‘Decí lo que tengas que decir. Si tenés que insultar, insultá’. No sabía qué me iba a preguntar y le pedí que no me adelantara nada”, contó Federico, que agrega su mirada sobre los legados familiares.

“En la obra resuena la vivencia del trabajo de mi padre, el oficio. Eso puede ser un ejemplo de dedicación a una actividad que uno aprecia. Mi madre es modista, dedicada y buena en lo que hace. Es el mismo amor puesto en un trabajo. Mi papá pasaba horas en el taller y amaba lo que hacía”, cuenta Federico, que va a todas las funciones y aparece en el saludo final.

A diferencia de su hermano, que toma cursos de actuación, Federico es más fanático del cine. “El teatro me gusta, pero creo que la experiencia teatral ya pasó. No pensé si me podría meter de nuevo. Pero es divertido. La pasé muy bien”, dijo.

Como una buena pieza gráfica, la obra “Imprenteros” está hecha de pliegues prolijos, texturas, colores y una buen acabado, gracias al talento y la sensibilidad de Lorena Vega. Sus hermanos Sergio y Federico cuentan el vínculo con su padre imprentero, pero sus aportes van más allá. Terminan hablando de las huellas, de lo hermoso y grácil de un oficio.

Imprenteros se puede ver de forma presencial los viernes, a las 22.30, en el Teatro Metropolitan Sura (Avenida Corrientes 1343). Entradas en la boletería del teatro o a través de la web https://www.plateanet.com/.

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