Entrevistas

Corina Fiorillo: «Hay que visualizar más a las mujeres que dirigimos»

La directora, con tres obras simultáneamente en cartel (Exit, El otro Onassis y Las olvidadas de Jack) cuenta cómo su formación musical y científica interviene directamente en su forma de trabajar en escena.

Texto: Muriel Mahdjoubian. Fotos: gentileza prensa.

Corina Fiorillo es una de las directoras más prolíficas de la escena porteña, con varias obras en cartel, que van de la calle Corrientes al circuito independiente, Entre las puestas simultáneas que dirige actualmente están la comedia Exit, del catalán Agustí Franch en el Multiteatro, y El otro Onassis de Beatriz Bialylew, en Timbre 4 y Las olvidadas de Jack, un musical, a punto de reestrenarse.

-Exit, que protagonizan Nancy Dupláa, Juan Pablo Geretto y Fernanda Metilli está teniendo una repercusión muy exitosa, ¿cómo están viviendo la experiencia?
-Nos está yendo muy bien y estamos re contentos. Es una comedia que tiene todos los condimentos, está muy bien escrita, actuada y además, nunca decae. Apenas la leí me imaginé un montaje físico en donde los actores iban a poner el cuerpo desde el humor. No pude encontrar mejores compañeros que Nancy, Juan Pablo Geretto y Fernanda, son fabulosos.

-Precisamente hay mucho trabajo físico de los actores, ¿cómo lo abordaste?
-Apenas la leí ya sabía que quería que fuera una guerra campal con el espacio, quería que el espacio quedara destruido. Lula Rojo, la escenógrafa, entendió absolutamente todo lo que yo quería. Los trucos en el escritorio, en la silla, y en la lámpara los habíamos pensado antes, en realidad ya teníamos armado todo el planteo escenográfico antes de tener a los actores. Por supuesto, hubo cosas que luego en los ensayos se incrementaron, pero ya sabíamos que todos los muebles tenían que soportar que ellos corrieran por arriba. El planteo escenográfico para mí es un personaje más.

-¿Cómo llegaste al texto?
-Yo soy de leer y de buscar mucho. Destino como mínimo un día a la semana para hacerlo. Tengo un montón de agencias que me mandan materiales, y también autores de acá y de afuera. Tengo mucho material guardado para diferentes formatos, porque yo trabajo en el teatro comercial, en el oficial y en el independiente. Este texto, cuando lo encontré, enseguida me encantó y lo compré. Luego se lo pasé a Tomás Rottemberg y también le pareció buenísimo y ahí empezamos a soñar el elenco.

-El humor en esta obra está llevado bastante a los límites, ¿cómo lo encararon?
-Este material te pone de entrada todo sobre la mesa, lo cual es un riesgo tremendo para dirigir porque se puede caer en cualquier momento, por eso trabajé mucho el ritmo. El humor es muy musical y tiene que tener ritmo. Había un vértigo puesto en el montaje, que tenía que ir graduando. Tenía que darle el tiempo, hacer la cocción a fuego lento y saber cuándo hay que subir el fuego y cuándo no. Por eso necesito tener las obras montadas mucho antes. Para mí es muy importante tener el tiempo para poder sentarme y mirarla con objetividad y sentirla musicalmente porque creo que todo lo que uno hace termina definiéndote.

-¿Cuál fue el criterio para la elección del elenco?
-La primera en quien pensé fue en Nancy y la verdad es que me costó convencerla. Pero una vez que aceptó fue una compañera de oro, no solo en su rol de actriz, sino también en el de sostener. Posteriormente se sumó Juan Pablo, que estaba en España, y al final, entró Fernanda que era el condimento que nos faltaba. Los tres tienen colores actorales muy diferentes. En general, cuando armo un elenco siempre parto de un punto, en este caso de Nancy y de ahí voy a armando el tetris de cómo combinar quién con qué.

-¿Cómo fue el proceso de ensayos con tanto trabajo corporal?
-Ensayamos casi dos meses y lo más placentero es que trabajamos con mucha libertad en la sala y con muy buenas condiciones. Ellos ya venían con la letra sabida porque soy bastante organizada en mis ensayos. En general trabajo con el estilo que es más frecuente en la modalidad audiovisual, les digo tal día hacemos tal escena. Tengo un plan y lo cumplo. Al final de la semana hago la barrida de todo lo trabajado. Este método de armado, muy parecido al del audiovisual. me permite llegar con tiempo y ver la totalidad. Al mes ya tengo toda la obra montada y a partir de ahí, cada actor se dedica exclusivamente a agarrar la pieza.

-Tu formación viene de la música clásica y de la ciencia, ¿cómo es que pasaste de estudiar piano y recibirte de física, a dirigir teatro?
-Primero fue de la música antes que la Física. Para mí la matemática era un juego que se me daba bien. Mi papá era un gran pianista de jazz y de tango, pero nunca se dedicó profesionalmente. Yo hice todo el Conservatorio de piano y violonchelo, luego pasé a la ciencia, al doctorado de Física. Un día me visualicé trabajando y mucho no me vi porque yo soy una persona muy social, vengo de una familia italiana y me acordé de las palabras de un profesor de matemática que me dijo: “A vos este juego se te da bárbaro, pero no te permitas trabajar de esto porque vos muy sociable”, La verdad no sé si eso me marcó o no pero, pero en un momento dije: «Esto no es lo mío». Tenía 20 años y empecé a bucear por otros lados, tuve diferentes búsquedas hasta que me anoté en el Celcit con la idea de ser actriz.

-¿Qué quedó de aquellos inicios en la actuación?
-El método Celcit es muy cerebral y estructurado, casi como un pensamiento científico y a mí me ligó perfecto. Un día, observando a otros compañeros me di cuenta de que me interesaba la mirada desde afuera y pensé que lo podría hacer bien. Y ahí arranqué y una vez que dirigí, nunca más volví a actuar. No extraño para nada la actuación. Cuando empecé a dirigir sentí que ese era mi lugar.

-¿Tus padres pudieron ver tus trabajos?
-Si, mi mamá disfruta mis trabajos hasta el día de hoy y mi papá falleció hace no mucho, así que pudieron ver un montón y les pude dedicar premios estando ellos acá. Los pude disfrutar muy bien y ellos pudieron disfrutar de ver cómo el arte vive entre nosotros y cómo sus nietos disfrutan del arte. Nosotros somos cuatro hermanos y mi madre nos acompañaba a todas las actividades que teníamos y todos hacíamos diferentes cosas y tocábamos distintos instrumentos, nos llevaba y traía de acá para allá. Para ellos siempre lo más importante fue lo que hacíamos aparte del colegio. Yo traté de hacer un poco lo mismo con mis dos hijos, Nicolás y Tomás, uno es músico y el otro es iluminador, escenógrafo y realizador audiovisual. Los dos suelen trabajar conmigo y nos llevamos muy bien. Está buenísimo tener ese doble lazo, poder vincularnos de una manera profesional en un espacio donde no somos madre e hijos.

-Fuiste la primera mujer directora en ganar un Premio ACE de Oro, en 2016. ¿Cómo lo viviste?
-En 25 años nunca lo había recibido una mujer pero me enteré de eso después de haberlo ganado con la obra Nerium Park. Sentí una alegría enorme y cada vez que hablo del tema, me interesa remarcar que hay que visualizar más a las mujeres que dirigimos. Mujeres directoras hay un montón, pero no están tan visualizadas como los hombres directores. Me gusta mencionar a todas las mujeres que dirigen y que yo admiro profundamente como las Marull, Mariel Asensio, Maruja Bustamante, Lorena Vega, Helena Tritek, Lía Jelín y tantas más. Siempre me parece importante mencionar a nuestras compañeras mujeres.

-¿Pensás que algo cambió a lo largo de estos años?
-No sé, pero creo que como mujeres tenemos que mencionarnos y apoyarnos siempre. La idea es que no vuelvan a pasar otros 25 años. Lo que sí creo es que cambió un poco el concepto de sororidad entre las mujeres y el hecho de apoyarnos un poco más entre nosotras.

-¿Encontraste muchas barreras como mujer en tu carrera teatral?
-No tuve que forzar las cosas pero sí tuve que provocar. Soy muy de autogenerarme los proyectos, por eso leo mucho, nunca me quedo sentada esperando que lleguen, salgo a buscar los materiales.

-¿Vas seguido a ver teatro?
-Voy un montón, me encanta, además aprovecho y conozco nuevos actores y de esta manera no me muevo en un circuito cerrado. El teatro es mi forma de vida.

-¿Qué proyectos te interesan además de seguir dirigiendo?
-Sueño con dirigir ópera, desde chica me gusta y me parece que es el género por excelencia, el que lo tiene todo. También sueño, a nivel personal, con formar una sociedad artística con mis hijos, armar un lugar de investigación, un laboratorio de teatro. Otra cosa que me encantaría es crear algún proyecto que funcione como primera inserción laboral en el arte para los más jóvenes. Creo que es una de las falencias que tenemos, algo pendiente.

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